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Las autoridades de Corvo, la isla portuguesa más pequeña del archipiélago de las Azores, habitada por alrededor de 400 personas, confirmaron que gran parte de su población ha sido vacunada contra el COVID-19 y está cerca de lograr la inmunidad colectiva, según recoge Reuters citado por RT.
De acuerdo con Antonio Salgado, el único médico de la isla, este viernes se les administró la segunda dosis de la vacuna a 322 personas, lo que representa el 85% de los habitantes, y esto ha generado un "ambiente de celebración" en Corvo.
Por su parte Gustavo Tato Borges, responsable de salud pública de Azores, dijo:"A partir de ahora “nos sentiremos seguros", pues casi la totalidad de los vecinos de la isla será inmune a finales de marzo. El resto son personas que padecen "algunas enfermedades" y "necesitan ser vacunadas en un ambiente hospitalario", así como un pequeño grupo de residentes que ha preferido no recibirla.
Sin embargo, Borges explica que si la isla quiere alcanzar la inmunidad de grupo, tendría que ser vacunado el 95% de la población total, aunque "el 70% o más equivale a una mayor protección" contra el virus, como han referido los expertos. Además ha calificado como un "hito" que el 85% de los ciudadanos de Corvo estén vacunados, ya que "esta es la primera ciudad de Europa" en llevar a cabo una "vacunación masiva para toda una población".
En este sentido destacó la implicación de los corvenses en la campaña de vacunación y ha informado de que alrededor de un tercio de los habitantes que recibieron las dos dosis de la vacuna padecieron dolores de cabeza y musculares, efectos secundarios normales tras la segunda inyección, pero no hubo "reacciones adversas graves".
Desde que comenzó la pandemia por COVID-19, la isla de Corvo, que tiene una superficie de 17 kilómetros cuadrados, ha registrado sólo un caso de infección por el patógeno, lo que es un gran motivo de orgullo para sus habitantes.
