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La sociedad tiene la creencia de que todo lo que nos deja de servir se convierte automáticamente en basura, sin pensar que esos desechos que muchas veces mandamos al contenedor pueden tener otra función.
Cuando comemos un huevo en el desayuno, acompañado de un licuado de plátano o un rico café, pensamos que el cascarón, la cáscara de la fruta o los residuos del café que quedan en la cafetera deben ir a la basura.
No obstante, hay otros usos para esta mal llamada basura que podemos aprovechar para mejorar nuestro entorno y darle una ayuda a nuestro medio ambiente, específicamente a las plantas.
Por eso, debemos conocer que estos residuos tienen una función extra. Comenzando por el cascarón de huevo, pues puedes juntar los cascarones de los desayunos de la semana en un recipiente, dejarlos secar y luego aplastarlos.
Esto con la finalidad de colocarlos alrededor de tus plantas, con lo que les estarás aportando nutrientes como calcio y formarás una barrera natural contra las plagas.
Si tienes jardín, la cáscara de plátano te puede ayudar a que este espacio luzca como te lo imaginas, solo tienes que cortar la cáscara en trozos pequeños y colocarlos en el suelo. Este residuo ayuda a que crezcan flores y atrae a lombrices que enriquecen la tierra.
El café molido puede ser combinado con los cascarones de huevo y las cáscaras del plátano, acompañado de un litro de agua. Al echarlo en tus plantas ayudas a que la tierra retenga más el agua, pero recuerda que nunca debes poner el café solo, porque puede dañar tu planta.
