Un niñero identificado como Marvin Rex Lake, residente en la ciudad de El Paso, Texas, EU, fue sentenciado esta semana por cargos de homicidio en primer grado tras asesinar a un bebé de un año al aplicarle "varias llaves de lucha libre", según la confesión del homicida.
Los hechos sucedieron el 13 de abril, cuando Lake, de 24 años, vigilaba a Ahren Joshua DeHart y a otros dos menores mientras sus padres trabajaban. La madre de la víctima refiere que ese día vio a través una videollamada a su hijo, que parecía "en buen estado de salud y alerta; pero lloraba y estaba inquieto". Horas después, Lake la llamó para decirle que su hijo "había vomitado algo rojo". Cuando la mujer llegó a casa, poco antes de la medianoche, lo encontró inconsciente, según lo informado por la cadena Fox News.
De inmediato el menor fue trasladado a un hospital, donde el personal médico encontró en el cuerpo del niño numerosas lesiones "agudas y no accidentales". El pequeño fue diagnosticado con daño cerebral, hemorragia pulmonar y hematomas abdominales, además de una fractura de cráneo. Tres días después de permanecer en cuidados intensivos los galenos decidieron desconectarlo de su soporte vital y falleció.
El 19 de abril, un médico forense determinó que la muerte de Ahren fue un homicidio intencional por trauma. Marvin fue arrestado e ingresado en un centro de detención de El Paso, donde permanece sin derecho a fianza. Además, trascendió que las autoridades investigan la condición de los otros dos niños que estuvieron al cuidado de Lake, quienes también fueron lesionados.
De acuerdo con la confesión de Lake, aquel día estuvo con los niños viendo la televisión; pero se enfureció cuando Ahren rompió una almohada, y como castigo le aplicó "varias llaves y castigos al estilo lucha libre" duro y sin medir su fuerza. Además, dijo que el bebé se resbaló de sus manos y se golpeó con el borde de un mueble. "No le hice daño en la cabeza, solo le causé las heridas internas", argumentó.
