“El exorcismo de Carmen Farías”, para refrescar el género de terror mexicano

“El exorcismo de Carmen Farías”, para refrescar el género de terror mexicano

En México, el cine de terror ha ido tomando influencia de diversas cinematografías especializadas en el género, importando a sus filmes detalles tan sutiles como determinantes que le han permitido mejorar a pasos agigantados.

 

Es cierto que el cine nacional tiene una añeja tradición en el terror, que pasa por filmes efectivos que en los últimos años tuvieron remakes a manera de homenajes como “Hasta el viento tiene miedo” (Carlos Enrique Taboada en 1968 y Gustavo Moheno en 2007) o “El libro de piedra (Carlos Enrique Taboada en 1967 y Julio César Estrada en 2009, pero también es necesaria su evolución y en filmes como el que hoy quiero comentarle, esto se percibe claramente.

 

Dirigida por Rodrigo Fiallega, “El exorcismo de Carmen Farías” (2021) busca refrescar esta nueva oleada de cine de terror mexicano, aludiendo a un hecho tan místico como contundente, como es el retrato de un exorcismo, elemento que detonar el éxito de una de las cintas más efectivas en el género de terror por su devastador resultado, me refiero a “El Exorcista” de 1971.

 

El filme narra la historia de Carmen una notable periodista mexicana, que cubre la fuente de seguridad, donde es testigo de asesinatos y delincuencia, línea que la lleva a descubrir un secreto de su adolescencia que ignoraba. Carmen padecía extraños episodios que la hacen creer que era poseída y un grupo de sacerdotes colaboraron en su exorcismo, pero las consecuencias de algo tan complejo se quedan y se manifiestan en forma de fenómenos paranormales, un filme intenso.

 

Escrita por Molo Alcocer Delano, se trata de un largometraje lleno de energía, que pretende más allá de entretener, mostrar la presencia del género del terror como un instrumento más de la efectividad del cine mexicano contemporáneo que, sin llegar a ser una referencia de la época, contribuye a refrescar el cine nacional, pues debo comentarle que en ningún momento resulta predecible y mantiene a los espectadores en total zozobra.

 

Una cinta que nos hace pensar en las religiones y su contexto, la cual puede servir para que usted y su familia vuelvan al cine, con todas las medidas sanitarias posibles y que resultará un buen tema de conversación para la charla de cine en el cafecito de la semana.

 

Sólo le recuerdo que la imaginación se disfruta más en la oscuridad del cine, así que no deje de asistir a su sala favorita. Para dudas, comentarios o sugerencias escríbame al correo electrónico trejohector@gmail.com o sígame en mis redes sociales “Cinematografo04” en Facebook y Spotify, así como “Cinematgrafo04” (sin la “ó”) en Twitter.

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