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Es necesario cesar el reciente brote de la violencia en la Franja de Gaza y Jerusalén Oriental y prevenir nuevas víctimas civiles, declaró el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE).
"El significante estallido de la violencia en la ocupada Ribera Occidental, incluido en Jerusalén Este, así como dentro y alrededor de Gaza, se tiene que cesar inmediatamente", dice el comunicado.
La nota señala que "el disparo de cohetes desde Gaza contra civiles en Israel es totalmente inadmisible" y contribuye a la escalada de tensiones.
"Todos los líderes tienen la responsabilidad de actuar contra los extremistas. El status quo de los lugares sagrados debe ser respetado plenamente. Reiteramos nuestro llamado a todas las partes a participar en los esfuerzos de desescalada. La prioridad es prevenir nuevas víctimas civiles", subrayó el SEAE.
El lunes el movimiento islamista Hamás dio un ultimátum en el que exigía a Israel retirar sus fuerzas policiales y militares de Al Aqsa y del barrio de Sheik Jarra, en Jerusalén, hasta las 18.00 horas. De lo contrario, dijo, atacaría.
En Al Aqsa se sucedían los enfrentamientos con la Policía israelí, que solo hoy han dejado 520 palestinos heridos, según la Media Luna Roja. En Sheik Jarra cuatro familias palestinas están pendientes de desahucio y en estos días se discute nuevamente el caso en el tribunal.
A las 18.06 Hamás cumplió con su amenaza y comenzó el ataque. Según estimaciones del Ejército israelí, en contra del territorio de Israel se lanzaron desde la Franja de Gaza unos 150 cohetes, la mayoría de los cuales fueron interceptados por el sistema de defensa aérea Cúpula de Hierro.
En respuesta, Israel realizó una serie de bombardeos contra "objetivos terroristas" en la Franja de Gaza.
De acuerdo con los datos del Ministerio de Sanidad palestino, en esos ataques fallecieron al menos 20 personas, incluidos nueve menores.
