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Ministros de Relaciones Exteriores árabes condenaron hoy en términos enérgicos "los crímenes brutales y sistemáticos de las fuerzas israelíes en la ciudad ocupada de Jerusalén".
En una declaración emitida después de su reunión virtual, celebrada a petición de Palestina, los ministros advirtieron que "estos ataques y crímenes son una flagrante provocación a los sentimientos de los creyentes en todas partes y amenazan con iniciar un ciclo de violencia que pone en peligro la seguridad y la estabilidad de la región y el mundo".
También condenaron fuertemente a Israel por socavar la libertad de culto en los sitios sagrados islámicos y cristianos de Jerusalén.
Los cancilleres condenaron "las decisiones y procedimientos de Israel, su sistema judicial injusto y las campañas terroristas organizadas por los colonos israelíes apoyados por el ejército y la policía de ocupación, lo cual está todo dirigido a desplazar a las personas del Jerusalén ocupado incluyendo a las familias del barrio de Sheikh Jarrah”.
Los ministros describieron estas medidas como parte de una campaña de "limpieza étnica" que busca perpetuar "el régimen de apartheid patrocinado por el Gobierno de ocupación israelí".
Los ministros reafirmaron la intención de los países árabes de adoptar los pasos y las medidas necesarios en todos los niveles, incluyendo la puesta en marcha de una intensa campaña diplomática a fin de proteger la ciudad de Jerusalén, la defensa de los sitios sagrados islámicos y cristianos, y el apoyo a los derechos políticos, sociales, económicos y humanos de su población.
También condenaron la "agresión generalizada de la ocupación israelí contra el pueblo palestino en todo el territorio palestino ocupado, específicamente el brutal bombardeo dirigido de manera deliberada a los civiles en la bloqueada Franja de Gaza, el cual condujo a un gran número de niños y civiles inocentes muertos y heridos" .
Los ministros árabes de Relaciones Exteriores pidieron a la Organización de las Naciones Unidas y a organizaciones internacionales, incluyendo el Consejo de Seguridad de la ONU, asumir responsabilidades legales, morales y humanitarias con el fin de detener de inmediato esta agresión israelí, brindar protección al pueblo palestino y conservar su derecho a la libertad de culto.
También pidieron a la Corte Penal Internacional proceder con su investigación penal sobre crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad cometidos por Israel contra el pueblo palestino e instaron a la corte a proporcionar todos los recursos materiales y humanos para esta investigación y darle la prioridad necesaria.
Desde el lunes por la tarde, los ataques aéreos israelíes han dejado al menos 26 palestinos muertos en Gaza, incluyendo a nueve niños. Al mismo tiempo, al menos 300 cohetes han sido lanzados por milicianos de Gaza hacia el sur de Israel, lo que dejó dos israelíes muertos.
La escalada se produce luego de días de enfrentamientos en el complejo de la mezquita de Al-Aqsa en Jerusalén Oriental entre manifestantes palestinos y fuerzas de seguridad israelíes, en los que cientos de palestinos resultaron heridos.
Los palestinos protestaron por las restricciones de Israel a sus oraciones en el complejo durante el mes sagrado de Ramadán y por su plan para desalojar a algunas familias palestinas de un barrio de Jerusalén Oriental.
