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Un grupo de científicos de la Universidad de Florida Central habría encontrado en las detonaciones el futuro de los vuelos hipersónicos en el espacio, ya que esta forma de combustión brindaría una mayor eficiencia termodinámica, mayor confiabilidad y bajas emisiones de combustible.
De acuerdo con LiveScience, los especialistas recrearon en el laboratorio un sistema de explosiones estabilizadas interminables, capaces de revolucionar el futuro la propulsión de alta velocidad. De esta manera, se podría viajar desde Nueva York a Londres en menos de una hora.
El problema es que las detonaciones son difíciles de controlar, pues duran menos de un microsegundo, por lo que es imposible utilizarlas en la práctica. Por ello, un equipo de la Universidad de Florida Central desarrolló una instalación que debería propulsar un avión a unas 17 veces la velocidad del sonido, según un artículo de la revista científica PNAS, de Estados Unidos.
Las pruebas se llevan a cabo al canalizar una mezcla de aire y combustible a velocidades hipersónicas (más de Mach 5) hacia una rampa en ángulo de 30 grados, lo cual genera una onda de choque que calienta la mezcla de aire y combustible y hace que detone, expulsando los gases de escape de la parte trasera del motor a alta velocidad.
De esta manera, la explosión de la mezcla de aire y combustible quema casi todo el carburante. La detonación también genera mucha presión, con lo cual el motor tiene mucho más empuje que otros tipos de plantas propulsoras. Los ingenieros de Florida afirman que tal detonación podría propulsar aviones a velocidades de hasta Mach 17, lo cual sería un valor suficiente para prescindir de cohetes propulsores para poner una nave en órbita.
Hasta el momento los científicos afirman que han tenido grandes avances, pues lograron extender la duración de la detonación de milisegundos a varios segundos.
