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La casa, la vivienda, es el elemento que más ha construido el hombre, que más ha reproducido, por ello la importancia de su desarrollo, de su espacio, de su relación con el todo, con el planeta, por eso es importante repensarla con un nuevo enfoque que tienda a la generación de bienestar individual y colectivo, así lo afirma la destacada doctora en arquitectura, Fernanda Canales.
Con motivo de la presentación de la nueva Maestría en Arquitectura y Diseño Urbano, de la Escuela de Arquitectura, Arte y Diseño del Tecnológico de Monterrey, Fernanda Canales presentó su libro “Mi casa, tu ciudad: Privacidad en un mundo contemporáneo”, en el que hace un repaso histórico de la arquitectura de los últimos 200 años.
A través de los cinco capítulos de su libro, Canales ofrece al lector su idea, su perspectiva de vivienda: la casa como derecho, espacio de libertad; eficiencia, cómo se hacen casas más eficientes, más baratas, arquitectura funcional; bienestar, vivir más cómodos, más placenteros; identidad, cómo te apropias de la casa, cómo se construye el habitante; coexistencia, interrelación entre la casa y el mundo; y reinventar la ciudad desde la casa.
En este repaso histórico la autora no es optimista, ya que según su visión, la vivienda ya no va a ser un derecho, sino una mercancía, un objeto, una cosa que rige el mercado y que aumentará su valor y la ganancia no será para quien la habita, sino para otros entes, como políticos, desarrolladores y demás.
Por ello, dijo que el trabajo de los arquitectos debe ser diseñar el programa de esas casas, no solo a nivel plano, idea de edificación, sino su desarrollo total, desde el trazo hasta préstamos, concesiones, espacio comunitario, hacer viables las estructuras económicas a fin de dignificar la vida y su entorno.
En otras palabras, entender que no se diseñan casas por un lado y edificios por otro, todo debe tener conjunción, armonía y eficiencia. La relación de la vivienda con el espacio fuera de la casa debe ser ideado, desde cuánta luz se tiene en los espacios, dónde se hacen las labores. Deconstruir lo público y privado en un todo: dónde se vive, dónde se trabaja, dónde se cura.
Asimismo, dar forma a la mancha urbana, tomar conciencia del trazado de las ciudades, transformar la noción de privacidad y colectividad para reinterpretar el espacio, a fin de minimizar los efectos de las casas en el planeta.
El libro, dijo la autora, está destinado para todo aquel que lo quiera leer, pues está enfocado para que cualquier persona conozca sobre la arquitectura y su historia, pues a pesar de que su lenguaje es técnico y erudito, se disfruta y motiva a la investigación.
Por último, Fernanda Canales, quien forma parte del Consejo de Arquitectura del Tec, dijo que la Maestría en Arquitectura y Diseño Urbano del Tecnológico de Monterrey está orientada al diseño, gestión y desarrollo de proyectos de escala urbana aplicables a la transformación de las ciudades en distintas escalas y contextos.
