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La hipótesis que apunta a que el origen de la COVID-19 es la filtración de un laboratorio es errónea, dijo Dominic Dwyer, profesor de la Universidad de Sídney, en un artículo del Sydney Morning Herald publicado el martes.
El fallo clave, dijo, es que no hay pruebas que demuestren que el Instituto de Virología de Wuhan tuviera el virus SARS-CoV-2 antes de la pandemia.
"Para que la fuga del laboratorio sea el origen ... tendrían que haber tenido el virus desde el principio, y no tenemos pruebas de ello", dijo Dwyer, quien también fue uno de los miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) enviado a China en enero.
Como un "instituto de investigación bastante prominente" que trabaja con coronavirus, el Instituto de Virología de Wuhan no tenía ninguna razón para haber ocultado que tenían el virus, dijo Dwyer.
China pareció abierta y cooperativa con la investigación sobre el origen de la COVID-19, afirmó. "Nos dejaron visitar todos los lugares que pedimos visitar. Creo que fueron bastante abiertos".
El informe del equipo de la OMS concluyó que la causa más probable de la COVID-19 es que un virus saltara de una especie animal a otra y luego a los humanos, y consideró que una fuga de laboratorio es "extremadamente improbable", según Dwyer.
