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El viernes, durante la celebración de la cumbre de G7, en Cornualles (Reino Unido), el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se perdió en una cafetería, provocó la risa de testigos y el suceso fue captado por uno de los presentes en el recinto; tras las burlas la esposa del mandatario lo auxilió y lo llevó consigo.
En las imágenes difundidas en internet se observa al mandatario estadounidense entrar dubitativo a una terraza y caminar desorientado. Luego, se escucha la voz de una mujer que le pregunta "¿Cómo van sus reuniones en Cornualles?", entonces Biden se detiene, pide que le repitan la pregunta y como respuesta hace un gesto con el pulgar hacia arriba y dice: "muy bien". Algunos medios dicen que la testigo que lo interroga es una periodista que estaba en el lugar.
Tras encontrarlo desorientado, la primera dama de EU, Jill Biden, acudió al rescate del presidente, lo tomó de la mano y lo condujo hacia la dirección correcta mientras los clientes de la cafetería se ríen.
Esta no es la primera situación incómoda de Biden en eventos oficiales. Incluso el mandatario estadounidense ha admitido varias veces que tiene lapsus durante sus intervenciones y se describió a sí mismo como "una máquina de hacer errores garrafales". En marzo nombró "presidenta" a la vicepresidenta Kamala Harris y en septiembre dijo que 200 millones de personas habían muerto de COVID-19 hasta la fecha en EU, cuando en realidad quiso decir 200,000.
Asimismo, durante el discurso que ofreció el miércoles por la noche tras llegar al Reino Unido para participar en la cumbre del G7 tuvo un error que no pasó desapercibido.
Al arribar a la base militar de Mildenhall, en Inglaterra, el mandatario intentó animar al personal estadounidense y a sus familias; pero al destacar la sólida colaboración histórica entre ambos países llamó "RFA" a la Real Fuerza Aérea, cuyas siglas en inglés son RAF.
