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Luego de que un par de perros que cayeron al socavón de Puebla unieron al país para ser rescatados, la Cruz Roja Mexicana comunicó que Athos y Tango, perros especialistas en búsqueda y rescate, fueron asesinados en Querétaro con salchichas envenenadas.
Ambos canes fueron envenenados en casa de su entrenador y dueño, el rescatista Édgar Martínez. El equipo USAR (Búsqueda y Rescate Urbano, por sus siglas en inglés) lamentó la pérdida de estos miembros de su fuerza y difundieron la noticia a través de sus redes sociales.
El mensaje publicado fue contundente y doloroso: “No existe una forma exacta de describir nuestro dolor, hemos perdido a un compañero incondicional (Athos), un especialista que dedicó su vida a servir sin pedir nunca nada a cambio, sus patas marcadas con cicatrices por pisar escombros y aún así continuar en la búsqueda, fueron testigo fiel de su incondicional amor por los humanos”.
De acuerdo con la publicación, cuando Athos escuchaba la palabra “busca”, se lanzaba a lo desconocido sin pensarlo, sin temer el peligro y con el corazón por delante porque quería ayudar a los humanos.
“Irónicamente como siempre es la vida, un humano le quitó la vida, lo asesinó arteramente, sin saber todo lo que nuestro compañero especialista ha hecho por otros seres humanos y lo que podría hacer en el futuro incluso por la misma persona que hoy lo ha matado", refiere la institución.
En otra publicación explica que "Athos era un can certificado internacionalmente ante la Organización Internacional de Perros de Búsqueda y Rescate IRO y un especialista acreditado por el equipo de Búsqueda y Rescate Urbano, USAR, de Cruz Roja Mexicana, que trabajó en la búsqueda de personas sepultadas en el terremoto de la Ciudad de México en 2017 y ayudó a localizar a innumerables personas extraviadas en bosques y desaparecidas en presas.
"Pero más que nada era nuestro amigo, nuestro compañero incondicional de mil batallas. Sabemos que estás en paz y feliz sin guardar rencores para quien te hizo esto y que tu legado perdurará por siempre en nuestros corazones. Sigue tu nariz hacia la felicidad”, finaliza el mensaje de despedida a su compañero.
