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Una de cada cien muertes a nivel mundial puede atribuirse directamente al suicidio, informó hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS), y afirmó que el brote de COVID-19 incrementó los factores para el suicidio en todo el mundo.
En 2019, más de 700.000 personas murieron por suicidio, una de cada 100 muertes, cifra mayor que las muertes causadas por el VIH, la malaria, las guerras o los homicidios.
Ese mismo año, antes de la pandemia mundial, la tasa global de suicidios estaba disminuyendo en todo el mundo, declaró la organización, con excepción de la región de América, en donde se incrementó 17 por ciento.
Sin embargo, es probable que la situación cambie debido a que la propagación del nuevo coronavirus causó trastornos en las sociedades, lo que incrementó los factores de suicidio a nivel mundial, explicó el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
"Nuestra atención a la prevención del suicidio es incluso más importante ahora, después de muchos meses de vivir con la pandemia de COVID-19, pues muchos de los factores de riesgo para el suicidio, como pérdida de empleo, estrés financiero y aislamiento social, todavía están muy presentes" , dijo el jefe de la OMS.
La OMS anunció una serie de directrices, con el nombre de LIVE LIFE (Vivir la vida), para mejorar la prevención del suicidio.
La organización enfatizó el papel de los medios y declaró que muchos informes sobre suicidios, sobre todo si describen los métodos utilizados o se concentran en celebridades, podrían incrementar el riesgo de los llamados "suicidios por imitación" .
"No podemos y no debemos ignorar los suicidios. Cada uno es una tragedia" , declaró el jefe de la OMS.
