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El avance en la aplicación de las vacunas contra el COVID-19 en gran parte del mundo ha provocado que poco a poco la sociedad vaya regresando a una cierta normalidad luego de la pandemia, sin que esto signifique que se deban dejar de lado las medidas preventivas.
No obstante, hay algunas acciones que ya no deberían llevarse a cabo en estos momentos y otras que se deben conservar incluso después de que termine esta pandemia, pues nos garantizarán un mejor estado de salud a los humanos.
En muchos comercios y hogares vemos los famosos tapetes sanitizantes, artículos que jamás han servido para evitar contagios de COVID-19, pues el virus flota en el aire y si llegara a los zapatos simplemente no podría subir, aunque no está de más limpiar toda la suciedad que traen nuestras suelas.
La pandemia también trajo un miedo total a todo aquello que no estuviera lavado y totalmente limpio, por lo que comenzamos a lavar con cloro todos los artículos que comprábamos en el súper, algo que resulta innecesario, ya que el riesgo de contraer el virus por superficies y artículos es muy, muy bajo.
Qué decir de la toma de temperatura al lugar al que se llegue. Si bien es una medida para saber si presentamos algún síntoma de COVID-19, el tomar la temperatura resulta una acción que no tiene sentido si la persona ya está contagiada de coronavirus.
Entre los buenos hábitos que llegaron para quedarse está el uso de cubrebocas y de gel antibacterial, además del correcto lavado de manos y la ventilación de hogares y oficinas, acciones que nos protegerán de diversos tipos de virus.
