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Si algo ha buscado insistentemente el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta es terminar con la corrupción en el aparato gubernamental.
Cuando se han encontrado casos de nula honestidad en funcionarios, sin temor alguno se han sancionado. Entonces, el caso del burócrata de la ventanilla 9 es de interés.
Le cuento, amable lector, a los oídos de este columnista llegó un reporte-queja de un contribuyente, de esos que siempre buscan tener en orden todos sus trámites y que vivió un episodio molesto en la Secretaría de Finanzas.
En esta dependencia, hay un burócrata que es el terror de los contribuyentes cumplidos, pues mediante artimañas burdas y engaños obstaculiza descaradamente la expedición de documentos.
¿La razón? Obviamente, sacar un beneficio económico mediante un “moche” del contribuyente.
Este burócrata despacha en la ventanilla número 9 y tiene la tarea de expedir cartas de no adeudo al contribuyente que la solicita.
El problema es que, aunque el contribuyente esté al corriente y no deba nada, el burócrata inventa atrasos y deudas inexistentes con tal de que el incauto ciudadano, entre los que incluso están proveedores del Gobierno, suelte una “mordida”.
El burócrata de la ventanilla 9 miente diciendo que se tiene un adeudo y pide en ese momento el documento que avale que el contribuyente ha cubierto ese adeudo.
Pero cuando el burócrata de la ventanilla 9 se topa con un contribuyente que no cae en sus trampas ni corruptelas, de inmediato como por arte de magia “desaparece” el adeudo y, molesto y trompudo, este corrupto servidor público entrega el documento requerido, de mala gana, claro.
Lo malo se presenta cuando el contribuyente no tiene cómo comprobar de inmediato que no tiene adeudo alguno, pues se ve presionado para soltar la “mordida” al burócrata de la ventanilla 9.
¿Cuántos contribuyentes ya habrán caído en las garras del corrupto de la ventanilla 9?
¿Cuántas “mordidas” ya habrán caído en su cartera?
Este tipo de burócratas no ayudan a la plausible labor del gobernador Barbosa de combatir la corrupción, por lo que ojalá la Secretaría de Finanzas tome cartas en el asunto.
