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Tras ser hallado culpable de golpear, apuñalar, asesinar y escribir con un esmalte de uñas rojo en la pierna de Imogen Bohajczuk, madre soltera de 29 años, la frase “Fui yo”, Daniel Grant Smith, de 41 años y pareja de la occisa, fue condenado el martes por un tribunal británico a purgar cadena perpetua.
Patrick Field, el juez que leyó la sentencia, dijo que Grant cometió un “acto de crueldad y triunfalismo cruel”, por lo que pasará en prisión al menos 17 años y 40 días, cuando un tribunal de Libertad Condicional revisará su caso y evaluará si puede ser excarcelado.
Los hechos datan de febrero de este año, cuando la pareja tuvo una discusión en el apartamento de la víctima, en Oldham (Reino Unido), que escaló hasta el punto de que Smith atacó a su novia, la golpeó varias veces y luego la apuñaló con un cuchillo de cocina, “con tanta fuerza que alcanzó a llegar al hueso”, dijo el juez del caso. El romance de la pareja duró varios meses, y se caracterizó por el abuso del alcohol y la violencia.
Tras asesinarla, tomó el cuerpo y lo llevó al dormitorio, la puso en la cama y la colocó junto a un peluche para que sostuviera una botella de perfume. Después, con un esmalte de uñas rojo y escribió en la pierna de su novia muerta: “Fui yo”. Más tarde confesó a la policía que lo hizo porque “pensó que estaba bien”, y a manera de confesión de su brutal asesinato.
Al respecto, el juez Patrick Field afirmó: “Si hubieras querido dejar claro a la policía lo que habías hecho, podrías haber ido a contárselo. Este acto parece un acto de crueldad y cruel triunfalismo”. Luego de asesinarla y pintar su pierna, Smith tomó la tarjeta bancaria y el teléfono de la víctima y vació su cuenta de ahorros para comprar mucho alcohol.
El 3 de marzo el cuerpo de Bohajczuk fue encontrado por un encargado del inmueble; el cadáver tenía rastros de heridas defensivas. Daniel Smith fue arrestado el 5 de marzo, y el 20 de julio se declaró culpable del asesinato de su novia. En la sentencia el juez resaltó los problemas mentales del acusado, aunque consideró que ellos no eran una atenuante para su terrible crimen.
Además, puntualizó que la víctima era una joven madre y ahora su pequeño hijo crecerá sin el cuidado materno. “En consecuencia, la sentencia por el asesinato de Imogen Bohajczuk es de cadena perpetua con una pena mínima de 17,5 años (menos los 143 días pasados en prisión preventiva), es decir, 17 años 40 días”, concluyó el juez.
