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El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés) dijo hoy que está extremadamente alarmado por el reportado asesinato de más de 200 desplazados, incluyendo a 100 niños, en la región etíope de Afar.
"La intensificación de los enfrentamientos en Afar y otras zonas cercanas a Tigray es desastrosa para los niños", dijo Henrietta Fore, directora ejecutiva de Unicef. "Esto se produce después de meses de conflicto armado en Tigray que han dejado a unas 400.000 personas, incluyendo a al menos 160.000 niños, en condiciones similares a la hambruna".
El ataque contra familias desplazadas refugiadas en un centro de salud y una escuela ocurrió el jueves.
Los recientes enfrentamientos han desplazado a más de 100.000 personas, lo que se suma a los dos millones ya desarraigados de su casa, indicó Fore en una declaración.
"Unicef calcula que el número de niños que sufrirán una amenazadora desnutrición en Tigray aumentará 10 veces en los próximos 12 meses", añadió.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha llegado a la mitad de las personas a las que planea ayudar, incluyendo a comunidades al borde de la hambruna en el norte de Etiopía y enfrenta una severa escasez de alimentos, dinero, combustible y equipo de telecomunicaciones en funcionamiento.
La semana pasada, más de 175 camiones de ayuda llegaron a la región de Tigray por el corredor de Abala y se esperan 90 más en los próximos días, dijo el PMA.
Cerca del 90 por ciento de la población de Tigray, alrededor de 5,2 millones de personas, requieren ayuda alimentaria humanitaria. La agencia de la ONU y sus socios requieren al menos 100 camiones diariamente para atender sus necesidades.
