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Este fin de semana, la zona del Golfo de México y el centro del país resultaron afectados por el huracán “Grace”, que tocó tierra en Tecolutla, Veracruz, la madrugada del sábado con vientos propios de un fenómeno de este tipo en escala 3.
Gracias al informe detallado de la trayectoria de este huracán, habitantes de Veracruz, Hidalgo, Tlaxcala y Puebla lograron tomar las precauciones necesarias y aunque se presentó una decena de lamentables defunciones, los daños fueron menores de los esperados.
Por supuesto, las lluvias fueron intensas y generaron inundaciones y algunos deslaves en zonas serranas de Veracruz y Puebla, por lo que se necesitará apoyo gubernamental y de la sociedad para reparar todas las afectaciones.
Sin embargo, lejos de satanizar a los huracanes por los problemas que causan a la humanidad, bien se podría agradecer por los beneficios que dejan estos fenómenos a la naturaleza y hasta a la misma sociedad.
Como es sabido, un huracán es un método de defensa que tiene el planeta para enfriarse de modo natural, ya que el calentamiento global es un problema generado por el mismo ser humano, por lo que el planeta busca reparar un poco esta afectación.
En Puebla, tenemos un ejemplo de otro de los beneficios que dejan los huracanes, específicamente con “Grace”, pues provocó lluvias en algunas zonas que pasaban una preocupante sequía, como es la región de la Mixteca.
En poblaciones cercanas a Acatlán de Osorio se presentaron aguaceros constantes que ayudarán al campo de estos lugares, que durante todo el año habían esperado por una copiosa lluvia.
Puebla Capital, por poner otro ejemplo, ha pasado varias semanas con altos niveles de contaminación en el ambiente, problema al que los poblanos no le han prestado mucha atención y que se está convirtiendo en un tema que se debe abordar.
Mientras autoridades y sociedad toman cartas en el asunto, la intensa lluvia que cayó gracias a “Grace” el pasado sábado fue suficiente para limpiar un poco el aire de la zona conurbada, aunque también evidenció la poca cultura de los poblanos, mostrada en la gran cantidad de basura en las calles.
Si bien el efecto destructor de un huracán es perjudicial para la población, dentro de todo lo malo que generan estos fenómenos debemos ver algunos beneficios y enseñanzas que nos dejan para ser unos mejores inquilinos de este planeta.
