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Más de 4.000 millones de personas, el 53 por ciento de la población global, no recibieron acceso a ninguna protección social durante el año pasado y todavía no lo tienen, informó la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
"A pesar de la expansión sin precedentes de la protección social durante la crisis generada por el covid-19, más de 4.000 millones de personas en el mundo siguen estando completamente desprotegidas", dice el comunicado de la organización, que este miércoles publicó su nuevo Informe Mundial sobre la Protección Social 2020-2022.
El documento precisa que en 2020 "solo el 46,9 por ciento de la población mundial estaba efectivamente cubierta por al menos una prestación de protección social (...) mientras que el 53,1 por ciento restante –4.100 millones de personas– estaba totalmente desprotegido".
Según el texto, las tasas de cobertura son diferentes en cada región del mundo.
Los indicadores de cobertura en Europa y Asia Central (83,9 por ciento) y las Américas (64,3 por ciento) están por encima de la medida mundial, mientras que en la región de Asia-Pacífico (44,1 por ciento), los países árabes (el 40 por ciento) y África (17,4 por ciento) las brechas de cobertura son mucho más amplias.
El informe indica que solo el 26,4 por ciento de los menores de todos los países tienen una cobertura efectiva de protección social.
"La cobertura efectiva es especialmente baja en algunas regiones: del 18 por ciento en Asia y el Pacífico, del 15,4 por ciento en los Estados Árabes y del 12,6 por ciento en África", agrega el texto.
Además, según el documento, solo el 44,9 por ciento de las mujeres con recién nacidos recibe una prestación monetaria de maternidad, mientras una prestación por invalidez la reciben solo el 33,5 por ciento de personas con discapacidad grave.
El porcentaje de las personas sin trabajo que reciben prestaciones de desempleo es aún más baja y se sitúa en 18,6 por ciento.
El informe indica que pese a que "el 77,5 por ciento de las personas por encima de la edad de jubilación recibe algún tipo de pensión de vejez" siguen observándose "grandes disparidades entre las regiones, entre las zonas rurales y las urbanas, y entre las mujeres y los hombres".
El gasto público en protección social, según la OIT, "varía de manera significativa".
"En promedio, los países destinan 12,8 por ciento de su producto interior bruto (PIB) a la protección social (excluyendo la salud), sin embargo los países de altos ingresos invierten 16,4 por ciento de su PIB en protección social y los de bajos ingresos sólo 1,1 por ciento", publicó el ente.
El informe indica que para garantizar una cobertura de protección social básica los países de bajos ingresos deben desembolsar 77.900 millones de dólares adicionales al año o el 15,9 por ciento del PIB; los países de ingresos medios-bajos, 362.900 millones de dólares adicionales al año o el 5,1 por ciento del PIB; mientras los países de ingresos medios-altos, 750.800 millones de dólares adicionales al año o el 3,1 por ciento del PIB.
