¿Avances irreversibles?

¿Avances irreversibles?

El día de ayer, el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó su tercer informe, en un tono muy sobrio y ágil dio diversas cifras positivas de su gestión que calificó como récord e irreversibles, ¿qué tan acertado fue?

 

Sin duda la mitad de sexenio ha superado las expectativas de muchos. Los conservadores han quedado en ridículo y cada vez la oposición está más escuálida, están derrotados moralmente y no hay hasta ahora un líder que tenga legitimidad y pueda hacer contrapeso al presidente. La aprobación de Andrés Manuel sigue superando el 60% y está muy por encima de gobernantes europeos, de Biden, Trudeau y muchos latinoamericanos.

 

A estas alturas la economía no colapsó, ni huyeron los capitales, ni el dólar se vende a 35 pesos como vaticinaron los economistas vulgares que se presentan en los medios de oposición. Han sido momentos difíciles, los más complicados que haya enfrentado la humanidad en al menos 100 años y no obstante la gestión de la economía nacional se ha caracterizado por su responsabilidad. Las variables macroeconómicas muestran signos de estabilidad y de recuperación a un nivel más dinámico del esperado. Pero nada como los datos duros que permitan comparar esta mitad de sexenio con la de los antecesores.

 

En la Tabla 1 se muestran los valores de las variables macroeconómicas: deuda, tipo de cambio, empleo, crecimiento y salarios. Como se observa en los recuadros rojos, el sexenio de AMLO tiene los mejores resultados en 4 de 6 indicadores, con lo que se derrumba el mito de la economía neoliberal y el desastre de la 4T.

 

 

La deuda pública tuvo la menor tasa de crecimiento. En tres años creció poco más de la mitad de lo que lo hizo con Fox y es casi 5 veces menor al irresponsable endeudamiento de Calderón. Lo anterior demuestra que la política de austeridad está teniendo resultados favorables; de hecho, el aumento de la deuda no se debe a la contratación de nuevos compromisos, sino a los intereses que generan los adeudos anteriores.

El tipo de cambio se apreció en la mitad de sexenio, esto no ocurrió en los años de neoliberalismo (1982-2018), por el contrario, a estas alturas la moneda mostraba ya una depreciación acumulada cercana al 20% como pasó con Fox y Calderón, mientras que con Peña Nieto la moneda ya se había depreciado casi el 30%. Esto refleja confianza de los capitales y solidez en el sector externo. Es la mayor estabilidad que se haya vivido desde que México tiene un tipo de cambio de libre flotación por lo que bien podemos ya llamarlo el “super peso”.

 

La inflación, que es el aumento generalizado en el nivel de precios, está fuera de la meta fijada por Banco de México y es la mayor tasa para una mitad de sexenio. Esto no es positivo, sin embargo, hay que considerar que gran parte se explica por factores externos como el aumento de los precios internacionales de los energéticos y por efectos de la recuperación económica de la pandemia que se presentó por una tasa de recuperación del empleo más acelerada, por lo que se espera que la inflación alta sea transitoria (no mayor a 12 meses).

 

El desempleo tiene la mejor tasa de una mitad de sexenio, muy a pesar de la pandemia. Incluso el desempeño del mercado laboral ha sido más favorable que con Peña Nieto, mientras que el peor nivel se tuvo con Calderón. Si analizamos las tasas de empleo formal, reportadas por el IMSS, la delegación norte y occidente han recuperado los empleos perdidos en la pandemia; el centro lo haría en este mes y el sur podría recuperarse a finales de año.

 

El crecimiento del Producto Interno Bruto acumulado ha sido negativo con AMLO, pero no tan malo como fue con Calderón. El mejor desempeño se tuvo con Peña Nieto, sin embargo, también hay que considerar los efectos de la pandemia y el entorno mundial de caídas económicas. Es posible que el nivel pre-pandemia se recupere para el primer trimestre de 2022.

 

El indicador que celebramos con mayor alegría es el de la recuperación de los salarios. En tres años, el salario mínimo general creció 60.3% que es 4 veces más que con Fox y 5 veces más que con Calderón y Peña Nieto. Esto ha permitido que la caída económica de la pandemia no haya golpeado con tanta fuerza a la clase trabajadora y también permitirá que el mercado interno mantenga un nivel dinámico en la recuperación.

 

Por tanto, Andrés Manuel no se equivocó, son cifras récord con las que puede respaldar que los cambios son favorables. No obstante, se equivocó en decir que ya son irreversibles. No olvidemos lo que ha sucedido en países como Brasil, Argentina, Chile y Bolivia, donde después de un gobierno de izquierda viene una irrupción de la derecha que echó por la borda los avances progresistas. Para garantizar que los avances sean irreversibles debe consolidarse la organización popular, concientizar al pueblo, educarlo, convencerlo de continuar con la 4ª Transformación, está debe ser tarea de todas y todos quienes anhelamos el otro México posible.

 

 

*Profesor-Investigador Universidad de Quintana Roo

Miembro del Sistema Nacional de Investigadores

 

Twitter: @BandalaCarlos