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Cuba denunció que a pesar de que sus científicos han desarrollado cinco vacunas contra el COVID-19, de las cuales tres han sido aprobadas para su uso de emergencia por las autoridades de la isla, sus investigaciones son desdeñadas en las revistas de divulgación, e incluso ha sido plagiadas por grandes farmacéuticas.
De acuerdo con RT, que entrevistó a Vicente Vérez Bencomo, director general del Instituto Finlay de Vacunas, que lidera el equipo que ha desarrollado los antígenos Soberana 01, Soberana 02 y Soberana Plus, el principal reto que afrontaron los científicos cubanos fue desarrollar un fármaco contra el COVID-19 en tiempo récord.
En este sentido, Vérez Bencomo dijo que la producción de las vacunas se ha visto obstaculizadas por las medidas coercitivas de EU, las cuales se han recrudecido durante los últimos años, pues estas acciones dificultan el suministro y la adquisición de insumos para desarrollar las investigaciones sobre los antígenos y fabricarlos.
Aunado a ello, el experto refirió que otro de los retos de la ciencia cubana es la discriminación en las revistas especializadas respecto de los hallazgos del COVID-19: "Es una barrera que tiende a marginar los resultados científicos que vienen generalmente de países pobres".
Asimismo, Vérez Bencomo afirma que los editores de las revistas científicas más importantes del mundo han rechazado artículos de expertos cubanos y poco después los mismos medios publican temas similares firmados por autores de otros países. Incluso va más allá, pues asegura que la discriminación no solo es por el lugar de origen, también por el género.
Sin embargo, estos presuntos robos de información no solo se generan en revistas especializadas, sino que derivado del rechazo en estos medios, los países de escasos recursos publican sus estudios en plataformas públicas y en algunos casos les "roban" las ideas. "Hemos sentido que no se citan nuestros resultados y que aparecen después publicados por multinacionales, sin siquiera citar a nuestra publicación", aseguró el científico cubano.
Pero esto no es todo, ya que Vérez Bencomo dijo que la discriminación y veto en plataformas científicas ha generado la difusión de información falsa, lo cual desacreditan la efectividad de los antígenos fabricados en la isla. Incluso trasciende hasta el ámbito político.
Ejemplo de ello es el gobierno de Joe Biden, que ha cuestionado la eficiencia de los antígenos desarrollados en Cuba y la capacidad de su ciencia para enfrentar la pandemia. En respuesta el gobierno cubano remitió una carta en la que explicaba al mandatario estadounidense que ha sido víctima de desinformación y refirió las experiencias exitosas de inmunización desde hace décadas, a pesar del embargo
