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Una de las prácticas habituales en la política rusa es cambiarse el nombre por el del candidato con mayor presencia y de esa manera dividir votos; sin embargo, dos adversarios del popular Boris Vishnevsky, del partido liberal Yabloko, fueron más allá y además de sus nombres modificaron sus rostros para parecerse a él.
Ahora los votantes tienen que elegir entre tres candidatos con caras prácticamente idénticas y que tienen el mismo nombre. Incluso en la publicidad el trío de políticos para ser uno mismo en diferentes posiciones. Así que, para quien no conozca al Vishnevsky original podría terminar votando por su rival.
En entrevista para la agencia AFP, Vishnevsky, candidato opositor al régimen de Putin, afirmó: “Esto es un fraude. Esta gente participa en las elecciones no para ser elegidos, sino para confundir a los electores”. Sin embargo, el medio ruso Meduza asegura que esta práctica es legal.
Además, el candidato al parlamento regional de San Petersburgo publicó un tuit en el que afirma que las fotos fueron modificadas digitalmente: “La estafa continúa. Mis ‘dobles’, que en el momento de las elecciones se convirtieron en ‘Boris Vishnevsky’, tras cambiar su nombre y apellido, han cambiado su aspecto. Se han dejado crecer la barba y el bigote, y creo que también se han hecho algunos retoques. Mira cómo se ven en el cartel que se colgará en los lotes”.
Respecto a los otros candidatos se sabe poco, pues hasta la publicación del cartel habían evitado hacer campaña y aparecer en público. Aunque se conocen sus nombres reales: Viktor Bykov y Alexei Shmelev. Del primero hay evidencia de su aspecto original, lo cual revela que su transformación física fue total, pues en 2017 tenía una frondosa cabellera rubia y sin una cana, no tenía barba ni bigote y tenía ojos azules.
Esta práctica ha cobrado mayor fuerza debido al crecimiento significativo de la oposición que vuelve las elecciones más reñidas. Por este motivo el partido del presidente Putin llega a tal punto para intentar quitarle votos a la oposición. La estrategia también tiene que ver con que los electores indecisos pierdan las ganas de votar en un sistema plagado por vicios que podrían considerarse como antidemocráticos.
Por último, las elecciones se llevarán a cabo el 19 de septiembre. Hasta entonces se sabrá qué tantos votos le quitan los “dobles” al verdadero Vishnevsky.
