La “guerra sucia” que viene

La “guerra sucia” que viene

Es prácticamente un hecho que la panista de cepa Ana Teresa Aranda buscará arrebatarle la dirigencia estatal de Acción Nacional a Genoveva Huerta Villegas, quien seguramente no ha dormido tranquila al saber que ya no tendrá fácil mantenerse en este puesto.

 

Y sabe qué, amable lector, si la contienda interna se da de manera limpia en el PAN poblano, la nueva dirigente estatal seguramente será Ana Tere.

 

No es difícil llegar a esta conclusión, pues Huerta Villegas se ha ganado a pulso el rechazo de gran parte de los panistas, donde sobresalen grupos fuertes que concentran a pesos pesados del panismo como la misma Ana Teresa Aranda y el próximo alcalde de Puebla, Eduardo Rivera Pérez.

 

Pero también es una realidad que vendrá una “guerra de lodo” similar a la que se hizo en contra de Jesús Zaldívar en la renovación de la dirigencia municipal y contra Eduardo Rivera en la elección del candidato a la alcaldía.

 

Las huestes de “incondicionales” de Genoveva Huerta, encabezadas por el impresentable Eduardo Alcántara Montiel, acompañado de personajes que se venden al mejor postor como Pedro Gutiérrez Varela, tratarán de frenar la llegada de Ana Tere a la mala.

 

De entrada, me cuentan las malas pero bien informadas lenguas que el primer ataque de Genoveva Huerta se centrará en el tiempo en que Ana Teresa Aranda se alejó del PAN, donde argumentará que la “Doña” renunció al partido.

 

Lo anterior es muy falso, pues en ningún momento Aranda Orozco renunció al PAN y la candidatura independiente de 2016 ni siquiera es tomada en cuenta por la dirigencia nacional como un punto en contra de Ana Tere.

 

Es más, a ojos del panismo nacional, Ana Teresa Aranda es una de las militantes que mayor respeto se ha ganado y es precisamente esto lo que hace que Genoveva Huerta tenga miedo de competir ante la “Doña”.

 

Y ojo, amable lector, la lucha por la dirigencia estatal puede sacar a relucir acciones que no han gustado a la militancia de Marko Cortés, quien pinta a repetir en la dirigencia nacional.

 

Si esta “guerra sucia” contra Ana Tere no tiene efecto y la elección en el PAN poblano se da con total legalidad, Marko Cortés podrá lavar su nombre ante muchos panistas de la entidad que lo tienen en mal concepto.

 

En caso contrario, si dejan fuera de competencia a Ana Tere a la mala, entonces quedará demostrado que la convocatoria para la renovación de la dirigencia estatal del PAN es un traje a la medida para Genoveva Huerta, fabricado por el mismo Marko Cortés.