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Las autoridades chinas sacrificaron a tres gatos domésticos que dieron positivo a COVID-19 sin la aprobación de su dueña, quien permanecía en el hospital tras haber sido infectada con dicho virus, lo cual ha polarizado las opiniones en redes sociales. Los hechos sucedieron en la ciudad de Harbin.
De acuerdo con medios locales, la dueña de los animales fue hospitalizada tras dar positivo a COVID-19 el 21 de septiembre; desde entonces los empleados de servicios públicos se hicieron cargo de sus tres gatos. Pero días más tarde, le comunicaron que sus mascotas habían sido diagnosticadas con el virus y serían sacrificadas debido a la falta de tratamientos para animales.
La mujer se opuso a dicha decisión, pero los servidores públicos llevaron a cabo el sacrificio conforme a la ley china, pues con esta medida las autoridades garantizarían que el apartamento estaría libre de coronavirus y así evitar un brote en todo el edificio residencial.
La difusión de los hechos en redes sociales ha polarizado a los internautas y ha provocado múltiples disputas. Los defensores de animales y dueños de mascotas calificaron estas acciones como "crueles" e "innecesarias", pues afirman que los felinos podían recuperarse, además no hay evidencia de que los animales contagien a los humanos.
Sin embargo, otros internautas respaldan las acciones de los funcionarios públicos, ya que afirman que estas personas arriesgan sus vidas cada día para eliminar cualquier amenaza viral para la población.
Un precedente de estos hechos ocurrió el año pasado cuando los residentes de un barrio de Pekín fueron puestos en cuarentena en instalaciones especializadas y se les prohibió llevarse a sus mascotas, lo cual desató los debates en redes sociales.
