Legalización de autos “chocolate”, riesgo de chatarrización

Legalización de autos “chocolate”, riesgo de chatarrización

En México, uno de los principales problemas que se tienen es la excesiva circulación de los llamados autos “chocolate”, vehículos que se mantienen en la ilegalidad y que representan una fuente no solo de corrupción, sino de contaminación.

 

Los autos “chocolate” son aquellos vehículos que se adquieren en ciudades de Estados Unidos cercanas a la frontera con México y llegan a territorio nacional con un permiso provisional. Por lo regular, los autos y camionetas vetustas.

 

El sábado, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció un convenio para regularizar de manera supuestamente rápida y sencilla los autos “chocolate” que circulan en territorio nacional, trámite que estará costando alrededor de 2,500 pesos.

 

 

 

 

Aunque la idea se podría tomar como buena, en realidad se debe considerar como el preámbulo de una chatarrización del país, pues ahora podría aumentar el número de carros de este tipo que sean utilizados en territorio nacional.

 

De acuerdo con recientes estimaciones, el 25 % del parque vehicular que tiene México corresponde precisamente a autos “chocolate”, es decir, en el país hay más de 18 millones de vehículos de este tipo en circulación.

 

Además de que muchos de estos vehículos entran a México en condiciones de ilegalidad, son un grave problema a la movilidad y al medio ambiente del país, pues se debe señalar que estos autos encuentran acomodo en nuestro país porque en Estados Unidos no cumplen con los estándares en emisión de contaminantes.

 

Con lo determinado por el Gobierno Federal, se podría dar pie a que los llamados “coyotes” aumenten el tráfico de vehículos en malas condiciones hacia México, pues para muchas personas será más fácil pagar 2,500 pesos para su legalización que todos los impuestos que implica adquirir un auto de alguna agencia o distribuidor autorizado.

 

Y es este precisamente uno de los temas que debería priorizar el Gobierno Federal, pues hoy en día quien quiere adquirir un vehículo nuevo debe desembolsar cantidades exageradas de dinero paras los trámites que piden las autoridades, que van desde placas hasta tarjetas de circulación y verificación.

 

 

 

 

En este tenor, la Federación tendría que dar más facilidades en la adquisición de vehículos nuevos y seminuevos a la sociedad, ya que muchos de los autos “chocolate” son comprados por personas que ven imposible pagar todos los impuestos que demanda un auto nuevo.

 

Finalmente, se debe dejar en claro que esta legalización de autos “chocolate” también va en contra de los acuerdos mundiales para frenar las emisiones de contaminantes, siendo estos vehículos fuente constante de este tipo de gases.

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