¿Podría ser Ricardo Salinas Pliego el Donald Trump de México?

¿Podría ser Ricardo Salinas Pliego el Donald Trump de México?

El empresario mexicano Ricardo Salinas Pliego festejará su cumpleaños 66 regalando un millón de pesos (50.000 dólares) "a quien le da la gana", uno de los tantos premios que se sumará a los que ha dado desde que inició la pandemia de COVID-19.

 

Salinas Pliego, quien a los 34 años se volvió director general de Grupo Elektra —una cadena de tiendas creada a partir de Salinas y Rocha, fundada por su padre, Hugo Salinas Price—, pasó de ser un empresario discreto a ser una de las voces más polémicas durante la pandemia de COVID-19 al desafiar abiertamente las medidas sanitarias del Gobierno federal, hacer el llamado para no respetarlas y hasta presumir las grandes fiestas que realizó con su personal a finales de 2020, en uno de los puntos más críticos de la crisis sanitaria.

 

A ello se suma un discurso en el que se muestra como uno más de los casos de exitosos empresarios que, "desde cero", construye un imperio; una historia más que abona a la creencia de que, sin importar condición económica, social y política, sólo basta con "echarle ganas" para amasar una fortuna como la suya, estimada en 11.700 millones de dólares, forjada a partir de sus múltiples negocios como la segunda televisora pública más importante del país, TV Azteca, y ahora su reciente llegada al mercado del bitcoin. El propio magnate aseguró que ya terminaron de realizar el documental sobre su vida y que están trabajando en una serie biográfica con el mismo tema.

 

Lo anterior, para la periodista Sabina Berman, son elementos claros del inicio de una campaña presidencial que, según sus estimaciones, verá la luz en las próximas elecciones federales de 2024.

 

"Él está construyendo una figura pública cuando siempre ha tenido el interés de no ser público (...) Ahora ha tomado una decisión de forjarse una figura pública con ciertas características. No soy la primera persona que lo dice que eso parce ser la construcción de una figura que podría contender por la presidencia en 2024. Sería una movida muy inteligente de su parte, no creo que sea una movida inteligente ni provechosa para el país que suceda, pero para él sería muy inteligente", declaró Berman en entrevista con Julio Hernández, el pasado 11 de mayo.

 

 

¿Será Salinas Pliego el Donald Trump mexicano? Sputnik analizó sus últimas acciones con los expertos en campañas políticas.

 

Construcción de una imagen pública

 

Julián Atilano, doctor en Sociología por el Colegio de México, considera que aún es muy aventurado decir que la actual campaña mediática del empresario, acostumbrado a mantener un perfil bajo, sea la constitución de una campaña presidencial, y más bien la identifica como una campaña que busca generar capital político que le permita defender sus corporaciones.

 

El autor de Surgimiento, autopercepción y participación del líder de opinión en el espacio digital considera que "está utilizando esa campaña mediática a favor de sus corporaciones" ya que "el tema del dinero y el negocio está en el centro de esa campaña" que, entre otras cosas, promueven la apertura de cuentas en Banco Azteca con la promesa de ganar fuertes cantidades de dinero.

 

El especialista abunda que, además, no existe una confrontación real con el Gobierno federal, pues a pesar de los ataques a ciertas dependencias y personajes (como el Servicio de Administración Tributaria o el llamado para ignorar las medidas de Hugo López-Gatell), Salinas Pliego no emite críticas a la 4T por su relación con el presidente López Obrador, la cual incluye la gestión de todos los Bancos del Bienestar a través de Grupo Salinas.

 

"Él no tiene posicionamientos en contra del presidente ni del régimen como tal (...) por un lado está la posición que él tiene mediática, y el personaje que ha construido en Twitter, y por otro lado, la relación velada, explícita, que tiene con el presidente", afirmó Atilano Morales en entrevista para Sputnik.

 

De este modo, considera que la estrategia de redes de Ricardo Salinas Pliego es algo novedoso y una campaña exitosa, pues le ha generado un capital político que le permite no sólo promover sus compañías y generar ingresos, sino la construcción de una imagen pública fuerte con la que puede hacer frente a polémicas como la del SAT y la denuncia por la evasión fiscal de más de 40.000 millones de pesos (20.000 millones de dólares).

 

"Construirse una imagen en redes no es suficiente para poder competir (por la Presidencia), para ser alguien competitivo en una contienda electoral, y si lo quisiera hacer, ya lo tendría que estar haciendo ahorita, y no se ve que lo haga", declaró Julián Atilano.

 

Parte de una estrategia política

 

El doctor en Ciencia Política por la UNAM Hugo Sánchez Gudiño coincide en que no se trata del inicio de una campaña presidencial, sino una estrategia para consolidar a sus empresas, a partir de tácticas que sabe funcionarán en un país desigual como México, como regalar dinero u ofrecer empleos.

 

"Quiere consolidar ante todo el imperio que ha creado desde la televisión, hasta sus tiendas, y empresas en distintas gamas. SIendo él amigo del presidente López Obrador, siendo como alguna vez lo dijo la revista proceso el aliado siniestro de la 4t desde que inició el gobierno", sostuvo el catedrático en conversación con Sputnik.

 

Sánchez Gudiño detalla que dicha campaña estaría más enfocada a mantener su buena posición en la política el próximo sexenio, a pesar de que su propia ideología choca con la del gobierno federal.

 

"Sabe que es mejor, cada seis años, tener la posición que él tiene. Sabe que independientemente del gobierno que esté, él gana más como empresario. Porque sí el tuviera un cargo público ahorita termina y cuando termina el cargo público corres el riesgo de que te quemen en la hoguera. Pero si eres un empresario de afuera, que desde afuera le da consejos al presidente, sales con mejores ganancias. Él también sabe eso y yo creo que aspira a continuar en una posición que tiene así con el gobierno".

 

Salinas Pliego, en palabras del investigador de la UNAM, "es un hombre de negocios que conoce muy bien la política mexicana" y, de una forma maquiavélica, logra acuerdos para ser uno de los asesores empresariales de un gobierno que tiene por bandera principal acabar con la era neoliberal en México, a pesar de que él promueve una visión empresarial y capitalista.

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