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El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, adelantó este jueves que está a favor de renovar la concesión para la operación de la empresa Teléfonos de México (Telmex) al magnate Carlos Slim, el hombre más rico del país, pero también evaluar la contribución social de esta empresa.
"No va a ser difícil si se trata de revisar lo de la concesión, si se vence el plazo o se puede refrendar; eso lo vamos a analizar en su momento, pero no hay interés en retirar concesiones", respondió el jefe del Ejecutivo en conferencia de prensa a una pregunta sobre este asunto.
En marzo de 2023, López Obrador deberá decidir sobre la renovación o cancelación de la concesión telefónica otorgada a Slim en 1990 por el Gobierno del presidente Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), a quien el actual gobernante califica como "jefe de la mafia del poder" y "padre de la desigualdad", causada por políticas que define como 36 años de "neoliberalismo".
"A nosotros nos va a tocar eso (revisar la concesión) y no tengo ningún problema de conciencia", sobre el consorcio de Slim, agregó el mandatario.
Cuando Telmex fue privatizada, el Gobierno tenía 56 por ciento de las acciones como socio mayoritario y el resto era propiedad de usuarios privados.
Dos años antes de ser vendida, la telefónica estatal mexicana solo valía 207 millones de dólares, pero una reestructuración lanzada por Salinas maximizó su valor en la primera década de esa "era neoliberal", que según López Obrador comenzó en 1982.
En el momento de su privatización, Telmex estaba valuada en 3.300 millones de dólares, pero el Gobierno mexicano recibió por su participación accionaria 8.600 millones de dólares, que fue la cuarta venta gubernamental más grande del mundo en 1990.
A sus 81 años de edad, la fortuna de Slim multiplicó casi siete veces esa cifra en 2021, con casi 56.000 millones de dólares, según la lista de multimillonarios de Forbes.
