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La empresa Petróleos Mexicanos (Pemex) registró una pérdida neta entre enero y septiembre de este año por 100.237 millones de pesos (unos 5.000 millones de dólares), que sin embargo es 83 por ciento menor a la sufrida en el mismo periodo de 2020, dijo el jueves Alberto Velázquez, director de finanzas de la petrolera estatal.
Para explicar esos números rojos, Velázquez dijo en una presentación que "de este rendimiento negativo, el 72,3 por ciento está explicado por la pérdida cambiaria que afectó los saldos de la deuda de Pemex, el resto del saldo negativo se debió al pago de impuestos".
El informe presentado a inversionistas y el mercado de valores agrega que solo en el tercer trimestre de este año (julio-septiembre), la pérdida neta fue de 77,240 millones de pesos (unos 3.800 millones de dólares).
Las pérdidas de Pemex en el tercer trimestre plantean un panorama negativo, si se le compara con las utilidades que logró la empresa en el mismo tercer trimestre del año pasado 2020, de unos 1.400 millones de pesos (unos 70 millones de dólares), aunque fue una ganancia modesta.
CARGA FISCAL
La dirección financiera argumentó que la endeudada petrolera estatal es una de las empresas que sufren una mayor carga fiscal en el país.
Velázquez explicó que, en los primeros nueve meses del año, se destinó 20 por ciento de los ingresos de la empresa al pago de impuestos.
Esa carga tributaria es superior a otras empresas emblemáticas como América Móvil -la telefónica del magnate Carlos Slim-, que solo pagó 3,3 en impuestos.
La estadounidense Walmart pagó 1,7 por ciento de impuestos; la firma refresquera Femsa un 2,3 por ciento, y la cementera Cemex un 1,8 por ciento de tributos.
Por ejemplo, durante el tercer trimestre de este año, Pemex pagó por impuestos y derechos el equivalente a unos 3.750 millones de dólares.
Esa cifra es más de 80 por ciento comparado con el mismo tercer trimestre de 2020; además de una pérdida por el tipo cambio del peso frente al dólar de más de 2.300 millones de dólares, según el informe.
La empresa estatal también sufrió por otros factores negativos, por ejemplo el incremento en el costo de ventas y el pago de los instrumentos financieros de sus pasivos.
Para compensar esos gastos, Pemex logró recuperar su producción de crudo.
En el tercer trimestre en cuestión, la extracción de petróleo alcanzó los 1,7 millones de barriles diarios, que representa un cinco por ciento más que la producción del tercer trimestre del año pasado 2020.
Gracias a esa producción y al repunte de los precios en los mercados internacionales del crudo, en el tercer trimestre de este año los ingresos fueron 60 por ciento mayores, y sumaron más de 19.200 millones de dólares.
El precio promedio de la mezcla mexicana fue de 66,7 dólares por barril en el mencionado trimestre, un notable incremento de más de 10 dólares con respecto a los 56,3 dólares en que se vendió el tonel de la mezcla mexicana de crudos de exportación.
De la mencionada producción, las exportaciones fueron de poco más de 1,08 millones de barriles diarios, un crecimiento de 6,5 por ciento con respecto al trimestre anterior, en el marco de la recuperación de la economía global, y el resto fue refinado para producir gasolinas destinadas al mercado interno, aunque solo cubre la tercera parte de la demanda nacional.
La estrategia del Gobierno consiste en construir una nueva refinería en el puerto de Dos Bocas, en el Golfo de México, modernizar las otras seis plantas refinadoras, dejar de exportar crudo, producir toda la demanda interna de gasolinas y evitar así la importación de más de 70 por ciento del consumo nacional de productos refinados.
