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México registró hoy lunes kilométricas filas de automovilistas en sus cruces a Estados Unidos tras la reapertura de las fronteras para viajes no esenciales, luego de más de 18 meses de restricciones por la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19).
Miles de mexicanos se aglomeraron a bordo de vehículos desde horas de la noche del domingo en cruces como los de Nuevo Laredo, en el estado de Tamaulipas, Nogales (Sonora) y Tijuana (Baja California) para ingresar al país vecino en el primer día de la reapertura, tanto para realizar turismo y compras como para visitar a familiares y amigos, de acuerdo con los reportes de la prensa local.
Autoridades de algunos de los estados fronterizos, como Tamaulipas, desplegaron operativos de vialidad para facilitar la circulación vehicular y agilizar los cruces entre ambos países ante la previsibilidad de las filas y aglomeraciones.
El acceso a Estados Unidos para viajes no esenciales está limitado a personas que cuenten con el esquema de vacunación completo contra la COVID-19 de los inmunógenos aprobados por la Administración de Fármacos y Alimentos de Estados Unidos o por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La frontera México-Estados Unidos tiene una extensión de 3.152 kilómetros y en la etapa prepandemia la cruzaban diariamente como promedio, de manera documentada, 1.000.000 de personas y 300.000 vehículos, de acuerdo con la cancillería mexicana.
Su cierre por más de 18 meses a actividades no esenciales como turismo, compras, visitas familiares y consumo de bienes y servicios ha provocado pérdidas millonarias en ambos países.
Hasta julio del año en curso México perdió por el cierre de la frontera terrestre más de 55.300 millones de dólares, según estadísticas del Laboratorio de Análisis de Comercio, Economía y Negocios de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Los estados fronterizos de Estados Unidos, por su parte, dejaron de recibir 20.000 millones de dólares de las personas que habitualmente cruzaban desde México, de acuerdo con datos de José Iván Rodríguez, investigador del Centro para Estados Unidos y México del Instituto Baker, en Texas.
