Préstamos fáciles hoy; intereses desproporcionados y violencia mañana

Préstamos fáciles hoy; intereses desproporcionados y violencia mañana

Foto: Enfoque

Los problemas económicos suelen los que más agobian a las personas en una sociedad capitalista, donde los que tienen poder económico pueden usarlo para asfixiar a los que están más abajo, pero no solamente con intereses por préstamos cómo lo haría un banco, sino también con la intimidación y la violencia.

 

Este es el caso de los usureros, personas que han mutado de nombre y que en la actualidad son más conocidos como prestamistas de "gota a gota", un esquema que se nutre de intereses irracionales en contra de personas que necesitan dinero de inmediato por algún imprevisto.

 

Pero el precio para los que se atreven a solicitar un préstamo puede ser muy alto, no solamente por el rédito, sino también porque en caso de no cumplir con los asfixiantes pagos, puedes quedar a expensas de un ataque.

 

Imagen Poblana logró contactar a una persona que tuvo un problema con un prestamista, el cual se le acercó afuera de una casa de empeño a la que acudió para dejar en prenda una televisión, buscando dinero para pagar el tratamiento médico de uno de sus hijos.

 

"Yo sí sabía que era riesgoso, pero la necesidad del dinero puede más", dice la mujer que prefirió guardar el anonimato, pero que recuerda con gran dolor que estuvo a punto de perder su vida por no poder pagar a tiempo su deuda.

 

El sistema al cual ella accedió le permitió recibir 50 mil pesos en dos exhibiciones, una de 30 y otra de 20 mil pesos, con las cuales pudo pagar el tratamiento médico, pero que tendría que pagar en un plazo de tres meses.

 

El prestamista estableció un interés del 30 por ciento, por lo que ella al final tendría que pagar 65 mil pesos divididos en tres pagos mensuales de 21,700 pesos, lo cual está muy por encima de los intereses que cualquier banco legalmente establecido podría establecer.

 

A pesar de que ella estaba consciente de que le iba a ser casi imposible pagar los intereses, aceptó el dinero y dejó en prenda un automóvil que tenía y cuyo costo era ligeramente menor al préstamo obtenido.

 

Tal y como lo previó, no pudo cumplir con el segundo de los tres pagos, por lo que decidió entregar 15 mil pesos y renegociar la deuda a medio año, situación que fue aceptada pero con un incremento en el interés del 35 por ciento.

 

Aunque nuevamente la afectada logró pagar un mes más, nuevamente los interés la asfixiaron, por lo que lo primero que perdió fue su coche, del cual tuvo que endosar la factura a nombre del prestamista.

 

Sin embargo, según el usurero, el valor del coche solamente alcanzó para cubrir los intereses de dos mensualidades, por lo que la deuda siguió aumentando hasta llegar a los 100 mil pesos por los intereses, siendo ese el momento donde el prestamista comenzó a amenazar a la mujer.

 

"Empezó con llamadas pidiendo que pagara si es que no quería que algo me pasara a mi, pero después ya empezaron a amenazarme con mi familia, lo cual me dio mucho miedo", relata al tiempo en que señala que tampoco procedió legalmente porque ella había firmado un pagaré y tenía miedo que resultara contraproducente.

 

Fue así que después de siete meses de haber contraído la deuda, la mujer recibió una visita en su casa donde la amenazaron con un arma de fuego y le indicaron que si no pagaba, la iban a matar.

 

Para ese momento, la víctima ya había recibido apoyo de su familia y había recurrido a un banco, donde obtuvo un préstamo con el que, adicional a un préstamo de sus familiares, pudo pagar la deuda al usurero.

 

Casos como el de ella son muchos. En septiembre de este año, sujetos dejaron abandonada una granada de fragmentación en la cochera de una casa en la colonia Gabriel Pastor, y horas más tarde hicieron disparos y trataron de quemar un vehículo en el mismo lugar.

 

 

Aunque las autoridades no dieron detalles de forma oficial, fuentes policiales indicaron que el caso estaba relacionado con una deuda de aproximadamente 15 millones de pesos, por lo que los supuestos agresores estaban interesados en presionar para cobrar dicha deuda.

 

En Puebla, principalmente en municipios como Tehuacán, Texmelucan y San Andrés Cholula, se han dado casos de personas detenidas que operan este tipo de préstamos conocidos como la modalidad de "gota a gota".

 

El sistema es el mismo pero se caracterizan por amedrentar a los deudores de formas más violentas, incluso las atacan a balazos, es por eso que son objeto de investigaciones por parte de la Fiscalía General del Estado.

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