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En 2020 las muertes por infarto incrementaron a 600 respecto del 2019, cuando fueron contabilizadas 200, según datos del INEGI, lo cual evidencia que la enfermedad cardiaca isquémica es la causa más común de muerte en México, y dicho padecimiento puede llegar a costar entre 250,000 y 800,000 pesos.
En entrevista para Forbes, la doctora Alejandra González Gutiérrez, cardiología clínica egresada del Hospital de Cardiología del Centro Médico Nacional Siglo XXI y miembro de la Sociedad Mexicana de Cardiología y la Sociedad Interamericana de Cardiología, explicó que un infarto es el bloqueo de las arterias que suministran sangre al corazón y la interrupción de este flujo daña al músculo cardiaco.
La experta detalló que los principales factores de riesgo cardiovascular son la diabetes, el tabaquismo, colesterol y triglicéridos altos, hipertensión arterial, obesidad, sedentarismo, consumo de drogas (sobre todo cocaína y anfetaminas), así como ciertas enfermedades autoinmunes e incluso el estrés.
Asimismo, González Gutiérrez dijo que la enfermedad es prevalente en personas mayores; sin embargo, puede afectar en cualquier edad, incluso en la infancia. Aunque los hombres mayores de 45 años y las mujeres mayores de 55 tienen un riesgo más elevado.
La doctora explicó que dependiendo de las complicaciones asociadas a la enfermedad, el tratamiento podría llegar a tener un costo inicial de 250,000 a 800,000 pesos, incluso más, según la ciudad en la que radique el paciente.
Además, la especialista puntualizó que todo paciente infartado deberá tener un seguimiento de por vida y deberá modificar todos los factores de riesgo asociados y cuidarse de las enfermedades crónicas.
“Una vez que sufriste el infarto, las posibilidades de que vuelvas a tener otro son del 50% y mucho va a depender del cambio de estilo de vida, de los cuidados posteriores al evento y del grado que hayas tenido de enfermedad coronaria, no es lo mismo tener un vaso enfermo que los tres. La calidad de vida del paciente se ve sumamente mermada debido al cambio de estilo de vida drástico y las limitaciones de vida asociadas al evento. De hecho, se reporta que hasta 80% de los pacientes presentan depresión posterior al infarto”, dijo la doctora.
En este sentido, González Gutiérrez dijo que el costo aproximado de un programa de rehabilitación cardiaca de 12 sesiones es de 40,000 a 50,000 pesos, lo cual dependerá del tipo de programa y el tiempo que el rehabilitador considere aplicarlo.
Para prevenir esta enfermedad y los costos que derivan de ella, la experta afirma que lo ideal es hacer ejercicio al menos 30 minutos al día, tener una alimentación adecuada y no consumir drogas, lo cual tendría un verdadero impacto en la reducción de la mortalidad asociada con la cardiopatía isquémica.
