Layda Sansores, ejemplo de lo que no se debe hacer en pandemia

Un grave error de muchos mexicanos es pensar que la pandemia de COVID-19 ha llegado a su fin y por este motivo todos ya pueden llevar a cabo actividades consideradas de riesgo de contagio, provocando que en un futuro no muy lejano se dé un rebrote de la enfermedad.

La situación es aún más grave si las autoridades dan también un mal ejemplo y permiten que la población se tome a la ligera este virus, como es el caso de la gobernadora de Campeche, la morenista Layda Sansores.

En una decisión que se puede tomar como irresponsable por donde se vea, Layda Sansores anunció que se dejará de usar cubrebocas en algunas oficinas públicas de Campeche e incluso se permitirá evitar ya la sana distancia.

El argumento de la gobernadora de Campeche es que el 98% de la población de este estado ya está vacunada contra el COVID-19, por lo que el riesgo es mínimo, algo que resulta equivocado y el ejemplo es lo que sucede en estos momentos en Europa, donde se vive un rebrote pese al alto índice de vacunación.

Layda Sansores se coloca de esta manera como un pésimo ejemplo en el manejo de la pandemia en México, poniendo a Campeche en un riesgo innecesario y provocando que probablemente se dé un rebrote de COVID-19 en temporada invernal

Aunque hay malos ejemplos como el de Layda Sansores, también es justo dar una buena nota de las acciones que ha tomado en Puebla el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta, que ha enfrentado con decisiones contundentes esta pandemia.

Pese a que en Puebla también se está presentando una disminución considerable de contagios de COVID-19, el gobernador poblano no ha permitido que la sociedad baje la guardia y sigue promoviendo el uso de cubrebocas en todo momento.

Por si fuera poco, Barbosa Huerta no descartó que en un futuro se pidan certificados de vacunación para que los poblanos entren a sitios públicos, además de que invitó a la población que se niega a vacunarse a hacer una reflexión.

Mientras Layda Sansores pone en riesgo a toda la población de Campeche con sus desafortunadas decisiones, Miguel Barbosa mantiene la seriedad que requiere la pandemia de COVID-19.