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El presidente de Rusia, Vladímir Putin, dio al Gobierno una semana para elaborar un plan de acción ante la propagación de la variante ómicron del coronavirus.
"Pido al Gobierno (...) preparar, en el plazo de una semana, un plan de acción actualizado dados los riesgos de la propagación de la nueva variante del coronavirus", dijo Putin este martes, 30 de noviembre, en un foro de inversiones.
El mandatario ruso indicó que la situación actual pone de relieve la importancia de siempre estar en alerta ante cualquier mutación del virus.
"Hay que monitorear la eficacia de los test y las vacunas, así como utilizar algoritmos claramente definidos para reducir la propagación de la infección", precisó.
En opinión del presidente, con la aparición de la variante ómicron se pusieron en duda los ritmos de la recuperación económica global.
Al destacar el carácter transfronterizo del problema, Putin abogó por una respuesta coordinada de toda la comunidad internacional como el reconocimiento mutuo de las vacunas y los certificados COVID, el acceso a fármacos en todas las partes del planeta y la cooperación en el desarrollo de nuevos medicamentos.
Por su parte, el portavoz presidencial, Dmitri Peskov, informó a los periodistas que el Kremlin descarta el uso de multas contra las personas que opten por no vacunarse.
"No consideramos posible que se introduzcan esas medidas en Rusia", dijo Peskov a la pregunta de si el Kremlin veía posible la implantación de multas por no vacunarse en Rusia, al igual que lo planean las autoridades austriacas.
El diario Die Press informó que Austria planea imponer multas de hasta 7.200 euros a los que se nieguen a vacunarse contra el coronavirus.
