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A pesar del incremento de contagios de ómicron, el Gobierno de la Ciudad de México, en conjunto con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), y diversas cámaras empresariales, firmaron un acuerdo para no solicitar pruebas de COVID-19 a sus empleados, sino que recomendarán aislarse ante la aparición de síntomas propios de la enfermedad.
Mediante un acuerdo firmado por la Secretaría de Desarrollo Económico (SEDECO), la Secretaría de Salud de la Ciudad de México (SEDESA), la Agencia Digital de Innovación Pública (ADIP), así como las principales Cámaras y Asociaciones Empresariales, Organismos Patronales y el IMSS, estos organismos acordaron prescindir de pruebas COVID-19 a sus empleados y enfocar sus esfuerzos en la prevención.
Resultado de ello, los entes involucrados explicaron a través de un comunicado que conforme a lo recomendado por la Sedesa, en lugar de solicitar pruebas de COVID-19 a todo su personal, recomendarán el aislamiento ante cualquier síntoma de escurrimiento nasal, tos, dolor de garganta, de cabeza y cuerpo cortado.
Al respecto, informaron: “De esta forma se espera contribuir a romper la cadena de contagios, pues la variante ómicron resulta ser más transmisible, pero con cuadros leves y moderados para personas vacunadas”.
Asimismo, el comunicado refiere que con estas acciones se pretende facilitar la atención de las personas desde casa vía telefónica, cuyos operadores atenderán el monitoreo de sus síntomas, sobre todo la temperatura y oxigenación.
Sin embargo, ante el desarrollo de síntomas graves, sobre todo en adultos mayores o población con comorbilidades, se recomienda acudir a las unidades médicas para recibir atención adecuada
Por último, el gobierno de la Ciudad de México hizo un llamado a “las empresas y personas trabajadoras a fortalecer las medidas sanitarias como uso de cubrebocas y filtros a la entrada para desinfección de manos y toma de temperatura con el fin de evitar la propagación del virus”.
