Antivirales ya son la segunda forma de combatir el COVID-19 después de vacunas

Antivirales ya son la segunda forma de combatir el COVID-19 después de vacunas

Foto: Pixabay

Varios países europeos han anunciado la adquisición de antivirales, pues serán una de las armas principales en la lucha contra el COVID-19 de la enfermedad, ya que evitan el agravamiento de la enfermedad, así como las hospitalizaciones, y se sumarán al tratamiento  las vacunas, así como a los tratamientos de anticuerpos monoclonales .

 

De acuerdo con EFE, los antivirales formarán parte de la batalla contra el COVID-19, por lo que varios países europeos anunciaron su intención de comprarlos, sobre todo los fabricados por Pfizer, y que ya son administrados en otros países, como Estados Unidos.

 

Hasta el momento el antiviral “Paxlovid”, la píldora de Pfizer que se ingiere de manera oral, han sido recomendada por la Agencia Europea del Medicamento para prevenir los casos más graves, y en la mayoría de ellos están indicados para pacientes adultos que no necesitan oxígeno suplementario, pero tienen riesgo mayor de que su enfermedad se agrave.

 

Las pruebas de laboratorio demostraron que este antiviral reduce el riesgo de hospitalización de los enfermos con COVID-19 y de muerte hasta 89% cuando se administra en los días posteriores al diagnóstico de la enfermedad y de la aparición de los primeros síntomas. Además, es un potente inhibidor ante la variante ómicron del coronavirus.

 

Respecto a los efectos secundarios más comunes reportados durante el tratamiento y hasta un mes después de la última dosis fueron la disgeusia (alteración del gusto), diarrea y vómitos.

 

En este sentido, la EMA informó que estos antivirales no se deben combinar con determinados medicamentos, pues su acción puede generar aumentos nocivos de sus niveles en sangre o reducir la actividad de la píldora. Tampoco administrarse tampoco en pacientes con insuficiencia renal o hepática grave, ni durante el embarazo, ni en personas que puedan quedar embarazadas.

 

Luego de las vacunas, los antivirales son la segunda línea de batalla contra el COVID-19, y en la tercera posición aparecen los “anticuerpos monoclonales”, unos fármacos biológicos que se podrían convertir en una de las mejores opciones terapéuticas para enfermos con riesgo de infección grave por coronavirus, según el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) español. Hasta el momento la EMA ha autorizado el uso de algunos tipos de anticuerpos monoclonales.

 

Estos anticuerpos monoclonales generan anticuerpos en ratones u otros animales que han sido expuestos al SARS-CoV-2 o a partes de este, y que les han ayudado a neutralizar el coronavirus. Incluso se pueden producir a gran escala a fin de evitar cuadros muy graves de COVID-19 en la población con mayor riesgo, según refiere el CSIC.

 

Por último, el consejo refiere que este tratamiento estaría especialmente indicado a pacientes con obesidad, diabetes o personas mayores, y podría funcionar en personas inmunodeprimidas y que no tienen la capacidad de generar sus propios anticuerpos para neutralizar el SARS-CoV-2.

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