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Después de las amenazas nucleares de Putin, toda Europa parece estarse abasteciendo de yodo. El Sindicato de Farmacéuticos belgas afirmó que, en un solo día, su país abasteció más de 30,000 unidades de este medicamento y en naciones como Finlandia y Países Bajos, la situación es la misma. Pero, ¿qué tiene que ver el yodo con la amenaza nuclear?
Si existe un ataque de esta naturaleza, la población que esté en contacto con los gases y las sustancias nocivas en el ambiente inhalará lo que se conoce como yodo radioactivo y será propensa a desarrollar cáncer de tiroides, una consecuencia común tras la exposición a este tipo de radiación.
Ahora, se sabe que el yodo es una sustancia que detiene la absorción de aire contaminado y reduce el riesgo de desarrollar algún tipo de afecciones en caso de un accidente nuclear, por ello, miles de habitantes y naciones están tratando de conseguir este medicamento.
Sin embargo, la Comisión Reguladora Nuclear de Estados Unidos señaló que esta “prevención” se trata de una protección muy especializada y no ayudaría mucho en contra los estragos del ataque.
“Los efectos directos de las explosiones nucleares serán desastrosos. A grandes distancias, donde presumiblemente dominará la lluvia radiactiva, la contaminación radiactiva no será ciertamente causada sólo por el yodo radiactivo… El uso innecesario de pastillas de yodo también podría dar lugar a efectos adversos para la salud, aunque la probabilidad de que estos efectos se produzcan es muy pequeña”, señaló la organización.
Según esta comisión, la única forma efectiva para proteger a los civiles es la evacuación ya que permite que todo el cuerpo (incluida la glándula tiroides y otros órganos) esté a salvo de los radionucleidos y de todas las vías de exposición.
Si bien han informado que este conflicto no amerita consumir el yodo, la mayoría de autoridades europeas han confirmado que cuentan con un gran suministro del medicamento para emergencias.
