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Hasta el momento, México ha mantenido una postura aceptable en el conflicto Rusia-Ucrania condenando cualquier tipo de enfrentamiento y llamando a la paz.
Ya con eso está bien. Ni el mundo ni México necesitan que se diga algo más.
Sin embargo, debemos tener en cuenta que por mucho que seamos un país que aboga por la paz, en Palacio Nacional hay un personaje con ciertas ideas que nos podría meter en problemas.
Sí, amable lector, el máximo riesgo para México en la guerra Rusia-Ucrania se llama Andrés Manuel López Obrador.
Y es que conociendo al presidente, en cualquier momento sale de su ronco pecho un respaldo total hacia Rusia, sin tomar en cuenta que el principal socio comercial de México está a unos metros y se llama Estados Unidos.
Hace unos días platiqué con el politólogo José Antonio López, quien en entrevista con Imagen Poblana destacaba que Rusia y China ya tienen su propia Red Swift, en caso de que la nación de Vladimir Putin sea expulsada de este sistema.
De esta manera, México se pondría en una encrucijada donde tendría que decidir si se mantiene con tratos con occidente o si arriesga todo y se va con Rusia y China.
¡Madre santa!
Esto llega en el peor momento, pues en Palacio Nacional se puede tomar una decisión basada más en ideologías políticas que en un análisis racional a fondo.
Y ojo, no digo que las acciones emprendidas por occidente no sean grotescas y asquerosas. Tampoco avalo en lo personal el ataque ruso.
Sin embargo, México no está en una posición para tirar todo por la borda con tal de apoyar a un sector del mundo que hoy está a nada de ser relegado.
Duele, pero no somos ni seremos en un futuro cercano una potencia mundial que tenga las condiciones para ponerse al tú por tú con Estados Unidos y la Unión Europea.
Por eso, hay que rogar que el ocupante de Palacio Nacional piense por todos los mexicanos y no solo por sus ideas.
Dijera mi abuelo: ¡No suden calenturas ajenas!
