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El Ministerio de Sanidad del Gobierno de España acordó con las regiones del país una nueva estrategia de vigilancia del covid por la cual se dejarán de contar todos los casos y solo se registrarán los graves.
Así consta en la declaración sobre Vigilancia de Salud Pública aprobada este jueves en la localidad de Zaragoza, en la que se define una "fase de transición" en el seguimiento del covid que incluye una "vigilancia individualizada" de los casos en "ámbitos vulnerables y casos graves".
Se trata de un paso intermedio hasta "la implementación completa del sistema de vigilancia centinela" de las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria (IRAs), incluyendo el covid.
Hasta llegar a este punto, el Ministerio de Sanidad mantendrá un sistema de vigilancia del covid-19 "capaz de detectar aumentos de la incidencia en la población general, que permita la detección precoz de nuevas variantes y la medición de la efectividad vacunal".
Esto implica dejar de contar todos los casos de infección para centrarse en aquellos más graves.
También consta en el plan la vigilancia y seguimiento de "brotes epidémicos en entornos vulnerables, en riesgo de exclusión social y en otros ámbitos que se consideren de interés".
El Ministerio de Sanidad mantendrá los sistemas de información desarrollados específicamente para el seguimiento de la pandemia "ante el riesgo de cambios negativos en el curso" de esta, y para "aportar la información de los casos detectados en atención primaria incluidos en los códigos de IRAs".
Asimismo, se garantizará la capacidad suficiente de medios diagnósticos para la detección de nuevas variantes, con un nivel adecuado de secuenciación.
Otro de los asuntos que están evaluando las autoridades españolas estos días es la retirada del uso obligatorio de mascarilla en interiores, una realidad que está "cada vez más cerca" según la ministra de Sanidad, Carolina Darias.
