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El presidente de Chile, Gabriel Boric, afirmó el viernes que su país necesita reparar las heridas dejadas por las violaciones a los derechos humanos cometidas durante la represión policial en el estallido social, y contó que retiró todas las querellas judiciales impuestas por el expresidente Sebastián Piñera (2018-2022).
"Necesitamos reparar las heridas que quedaron del estallido social, y por eso hemos retirado las querellas por Ley de Seguridad Interior del Estado", afirmó en su primer discurso presidencial, desde el balcón del Palacio de La Moneda (sede del Gobierno).
El presidente aseguró que no buscará perseguir judicialmente a aquellos manifestantes que protestaron durante el movimiento ciudadano conocido como estallido social de octubre de 2019, muchos de los cuales aún están siendo investigados por la Fiscalía.
"Tenemos la convicción de que, como chilenas y chilenos, debemos volver a encontrarnos y vamos a trabajar intensamente en aquello, lo hemos conversado con los familiares de los manifestantes que están presos y ellos saben que estamos trabajando en ello", sostuvo.
Durante las masivas manifestaciones de 2019 resultaron heridas más de 3,400 personas, unas 8,800 fueron arrestadas y más de 400 sufrieron daños oculares producto de las armas antimotines de Carabineros (policía militarizada), según cifras del Instituto Nacional de Derechos Humanos.
Cientos de violaciones a los derechos humanos fueron ratificadas por organismos internacionales como las Naciones Unidas, Amnistía Internacional, Human Rights Watch y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Boric asumió el cargo el viernes tras cuatro años de mandato de Sebastián Piñera, y se convirtió en el presidente más joven de la historia de Chile.
