En el Sur sí queremos un tren

En el Sur sí queremos un tren

Como se había anunciado, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles se inauguró a tiempo. Las mezquindades de la oposición no se hicieron esperar, a falta de datos para criticar la obra, vertieron burlas clasistas. Ahora la maquinaria mediática está en torno de fustigar el Tren Maya, el siguiente proyecto. Resulta que unos actores, estancados y sin ideas creativas desde hace tiempo, quieren recuperar su fama a costa de opinar en temas que no son expertos y en lugares donde la mayoría no les ha requerido.  

 

En los años noventa, Grossman y Krueger, investigadores de la Universidad de Princeton presentaron evidencia que el desarrollo económico tenía una correlación con el deterioro ambiental en forma de U invertida. La llamamos Curva de Kuznets y significa que cuando un país se encuentra en crecimiento su nivel de contaminación aumenta, pero dado un determinado punto de desarrollo, el avance tecnológico permite que el nivel de emisión contaminante disminuya. Aunque los resultados no son concluyentes, diversas investigaciones demuestran que países desarrollados contaminan menos ahora que hace dos décadas, mientras que los países subdesarrollados contaminan casi al nivel de los países en desarrollo en el pasado.

 

Entonces es muy conveniente que los países en desarrollo alcancen un mayor nivel de crecimiento para que dejen de contaminar; sin embargo, otras investigaciones han calculado que para que esto suceda la emisión de contaminantes sería tal que rebasaría los umbrales ecológicos en los que el planeta puede regenerarse. Por ello, los países desarrollados pugnan porque los países en desarrollo dejen de contaminar, es decir, renuncien a su crecimiento. Se trata de una lógica imperialista: mantener el nivel ecológico del planeta a costa de mantener la pobreza de los países más pobres. Pues eso mismo proponen los reaccionarios y retardatarios que hoy se erigen como consumados ecologistas: que el sur del país, históricamente atrasado por el truncamiento de las políticas industrializadoras del siglo pasado, se mantenga empobrecido so pretexto de no afectar la ecología.

 

El Tren maya consta de 1,500 kilómetros de vías férreas que equivalen a aumentar en 6% las vías ya existentes que no se han ampliado desde los años noventa. Comunicará a 5 estados del sur-sureste del país a través de 21 estaciones. Potencialmente se beneficiarían 7.3 millones de personas, de ellas, una tercera parte se encuentra en pobreza. La comunicación entre poblados pobres pretende corregir los errores de los modelos económicos anteriores.

 

Pongamos como ejemplo Cancún, un centro integralmente planeado en los años setenta para la actividad turística a través del diseño de enclave. En una primera etapa privatizó la línea costera, se entregaron miles de hectáreas de playa a empresarios españoles, franceses y norteamericanos principalmente. En una segunda etapa se desarrollaría una moderna urbe para proporcionar bienes y servicios a la industria turística; pero, ya eran los años ochenta y el plan lo interrumpió el neoliberalismo.

 

Actualmente, Cancún es la segunda ciudad del país con mayor derrama por ingreso de divisas, desafortunadamente todo se queda dentro de los complejos turísticos que envían sus ganancias a sus países centro con múltiples artimañas fiscales para eludir impuestos en México. Cancún hoy es el ejemplo más claro del fracaso de las políticas neoliberales: es una ciudad altamente desigual, por un lado, inmensas fortunas concentradas en pocas manos; por el otro, enormes núcleos de pobreza, donde reside la fuerza de trabajo para el turismo. Para un turista es poco atractivo salir de su all-inclusive para perder todo un día en un tour porque hay un monopolio del transporte que es caro e ineficiente. El Tren reduciría el tiempo de traslado hasta en tres cuartas partes.

 

Pero la necesidad de transporte es más apremiante para la población local. El crecimiento exponencial de centros como Playa del Carmen y Tulum, al sur de Cancún, demanda fuerza de trabajo, pero ha encarecido el precio de las viviendas, por lo que muchos trabajadores viven en Cancún y viajan diariamente una distancia de hasta 130 kilómetros que les toma dos horas y media. El Tren disminuirá ese recorrido a la mitad de tiempo y a la mitad del costo, ya que habrá precios diferenciados.

 

Debido a que no se desarrollaron los centros de producción agrícola e industrial, la ciudad de Cancún no puede satisfacer su propia demanda de alimentos, la mayoría son traídos de Yucatán, Campeche, Tabasco y Veracruz y se destina preferentemente al turismo. La población local paga un precio muy elevado por los alimentos y en consecuencia se tienen los precios más altos de la tortilla, lo mismo pasa con las frutas, carne y verduras. El Tren facilitará el transporte de mercancías y reducirá enormemente sus costos.

 

Mientras otros países incrementaron el uso del ferrocarril para transporte de carga y pasajeros, nuestro país se rezagó. La gráfica siguiente muestra el crecimiento en el número de pasajeros transportados de 1995 (privatización de los ferrocarriles en México) a 2018 (último dato disponible). Se observa que China multiplicó por 4 su capacidad ferroviaria y es el país que creció más en las últimas dos décadas, hay una correlación positiva entre transporte y desarrollo económico.

 

Elaboración propia con datos del Banco Mundial [Escala China 1:10]

 

Basta de proferir mentiras y bloquear el desarrollo del país desde la comentocracia que ejercen de forma mercenaria ciertos mequetrefes como Kate del Castillo, Ofelia Medina, Eugenio Derbez, Natalia Lafourcade, Omar Chaparro, Bárbara Mori, Rubén Albarrán, Saúl Hernández y Ana Claudia Talancón, algunos ni siquiera viven en México. Desde el sur alzamos la voz por nuestro derecho al progreso, que nadie desde su cómoda posición en el norte nos venga a decir lo que es conveniente para nosotros, ¿Pues qué se han creído? ¿Por qué deciden sobre nosotros? Aquí vienen a hospedarse en los costosos centros hoteleros, contaminan nuestra agua, encarecen nuestros alimentos y el costo de vida y cuando llega la hora de los pueblos la quieren detener. Señores, a esa comedia la gracia yo no le veo. El sur ya decidió, #ElTrenMayaVa

 

*Profesor-Investigador Universidad de Quintana Roo

 

Miembro del Sistema Nacional de Investigadores

Twitter: @BandalaCarlos