
Un estudio publicado en la revista Lancet Planetary Health ha revelado, luego de analizar químicamente decenas de miles de muestras de agua potable tomadas de forma repetitiva en distintos sistemas públicos de suministro en EU, la presencia de uranio en el 63.1 % de las muestras analizadas. De acuerdo con el estudio, en el 2 % de los casos sus concentraciones superaron las tasas máximas permitidas.
La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos detalló que la distribución de las concentraciones de uranio entre diferentes suministros de agua mostró ciertas “desigualdades” que hacen más vulnerables a las comunidades hispanas.
Datos preocupantes: Las concentraciones de metales - incl. uranio - son particularmente elevadas en sistemas públicos de agua potable que sirven a las comunidades hispanas semiurbanas en los EE.UU. https://t.co/4k0Axh8Orz @TheLancetPlanet @anavasac @annie_nigra @ColumbiaMSPH https://t.co/cWxDPYCzYq
— EHN en Español (@EHNenEspanol) April 7, 2022
El estudio reveló que las comunidades hispanas contaban con los niveles más altos de bario, cromo y arsénico en su agua, todo eso independientemente de la ubicación o región. Los investigadores señalaron que estas desigualdades pueden deberse a una "falla regulatoria en la protección de comunidades marginadas y no al contexto geológico local".
El uranio es un elemento tóxico y radiactivo, aunque es natural encontrarlo en el suelo, además, cantidades pequeñas de este metal son toleradas por los humanos, debido a que están expuestos a cantidades diminutas de manera natural.
Por otro lado, la exposición continúa al uranio trae consigo varios problemas de salud, como un mayor riesgo de enfermedades renales y cardiacas, además, su consumo excesivo puede ser mortal. Finalmente, los autores del estudio explicaron que actualmente se conoce muy poco respecto a los efectos del uranio presente en agua destinada para consumo.