San Lázaro, sede de discusiones polémicas y escandalosas

San Lázaro, sede de discusiones polémicas y escandalosas

Esta semana, el recinto legislativo de San Lázaro será el epicentro de millones de intereses de los mexicanos, pues lo que se decida en el Congreso de la Unión referente a la Reforma Eléctrica, impactará a toda la sociedad.

 

Será el martes cuando se discuta finalmente la aprobación o rechazo de la Reforma Eléctrica promovida por el presidente Andrés Manuel López Obrador y el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), reforma que es muy criticada por darle control total de la energía a la arcaica Comisión Federal de Electricidad (CFE).

 

 

Además, con esta reforma se pretende dar prioridad al uso de energías sucias como el petróleo y el carbón, lo que va en contra de los acuerdos internacionales para dar pie a energías limpias y renovables.

 

Es tal la polémica que ha desatado esta reforma, que en redes sociales hay ciudadanos que han comenzado a pasar lista a los legisladores que se han manifestado en contra de esta acción, a fin de asegurar que su voto será contra la reforma.

 

La gran mayoría de los diputados de oposición citados confirmaron su voto en contra, aunque la bancada del Partido Verde ha guardado silencio, lo que se toma como una señal de que este partido votará a favor de la reforma.

 

No es la primera vez que en San Lázaro se dan discusiones y aprobaciones posteriores que son muy polémicas, pues basta recordar lo sucedido en 1991, cuando se cerró la posibilidad de investigar si hubo fraude electoral contra Cuauhtémoc Cárdenas en 1988.

 

Y es que el entonces coordinador de la bancada panista, Diego Fernández de Cevallos, avaló junto con su partido la quema de las boletas electorales de 1988, en una acción que puso un polémico punto final a las sospechas de fraude.

 

 

Qué decir de lo sucedido en 1996, cuando la mayoría del PRI aprobó el aumento del Impuesto sobre el Valor Agregado (IVA) del 10 al 15 %. En ese entonces se hizo inmortal la lamentable “roqueseñal” del diputado priista Humberto Roque Villanueva, demostrando que los intereses del pueblo no importaron a su bancada.

 

Otra decisión polémica que hasta la fecha seguimos lamentando los mexicanos se presentó en 1998, cuando el Gobierno Federal, a cargo de Ernesto Zedillo, propuso que el Fobaproa se convirtiera en deuda pública, lo cual fue aprobado por la mayoría priista, hundiendo a los mexicanos en una deuda que estarán pagando por más de 50 años.

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