La economía mundial en freno por la guerra

La economía mundial en freno por la guerra

El Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó su informe sobre las perspectivas mundiales en el marco de la guerra Ucrania-Rusia. Las noticias no son buenas, tenemos en la puerta una estanflación. ¿Qué significa? Aquí lo explicamos.

 

Hemos venido señalando en columnas anteriores que la guerra tendrá efectos devastadores para la economía mundial al mismo tiempo que el nivel general de precios seguirá aumentando. Cuando se combina una alta inflación con bajo crecimiento económico le llamamos estanflación y es calificado como el peor mal que le puede ocurrir a un país, ¿por qué? Si un país tiene una inflación alta, una herramienta para estabilizar los precios es sacrificar el crecimiento; si un país tiene un bajo crecimiento, una herramienta para estimularlo es permitir la inflación. Pero si un país no crece y además tiene altos precios, ¿qué debe hacerse?

 

Esa es la misma pregunta que nos hacemos los economistas, la salida no es fácil. Los resultados de una estanflación son el rápido deterioro del bienestar familiar de forma acumulada. El paro económico genera desempleo y reduce el ingreso de los hogares; la alta inflación merma el poder adquisitivo, por tanto, la consecuencia final es el aumento de la pobreza.

 

Aunque el informe del FMI no se atrevió a mencionar explícitamente la palabra estanflación, los resultados que mostró le quitaron un punto porcentual a la expectativa de crecimiento de este año; pero, además, asegura que retomar los niveles previos a la pandemia no será posible hasta después de 2024, es un escenario al que llamó como “secuelas permanentes”, en otras palabras, la economía pre-pandemia no volverá.

 

Hay dos factores que están presionando el escenario de estanflación: el primero sigue siendo la pandemia de Covid-19. China está confinando muchas ciudades y como proveedor mundial está deteniendo la cadena de suministros por lo que los precios seguirán presionados al alza. El segundo factor es la guerra, Rusia es otro proveedor mundial, las sanciones que le han impuesto colapsaron su economía, pero está arrastrando al mundo entero. El FMI advierte que si se sigue castigando a Rusia el problema mundial se agravará.

 

En la gráfica siguiente se muestran las proyecciones para algunos países. Se destaca que China tendrá el menor crecimiento en 40 años; aun así, su tasa duplica al de países como el nuestro. En ese sentido, México tendrá un crecimiento de apenas 2%, insuficiente para recuperar lo perdido por la pandemia. Pero no es un caso aislado, Alemania y Japón tendrán tasas similares. Por su parte, el gigante Sudamericano apenas crecerá 0.8% y Rusia tendrá una contracción del 8.5%.

 

 

 

Elaboración propia con datos de FMI (2022)

 

Con lo que respecta a la inflación, aún no vemos el pico final, será posiblemente hasta acabar el primer semestre del año, si todo se mantiene como hasta ahora, (ceteris paribus) y será hasta que finalice el 2023 cuando vuelva a los niveles meta de los bancos centrales, por lo que estaremos al menos año y medio con tasas altas de inflación.

 

Bajo estas circunstancias, los instrumentos de política económica de cada país tienen efectos debilitados, México no será la excepción. Pero debemos tener claro que se trata de choques externos y no por un mal manejo de la economía; todo lo contrario, el FMI reconoció que México es de los países con mejores condiciones para afrontar esta crisis.

 

El FMI visualiza que el margen de maniobra de las políticas monetarias es muy reducido y bastante arriesgado continuar restrictivamente (aumentar las tasas de interés) porque eso frenaría aún más la economía. Tampoco es posible una política fiscal expansiva pues los países están llegando a un margen exorbitante de deuda pública. En comparación, México tiene un mayor espacio de endeudamiento con respecto al PIB.

 

En el fondo también subyace la idea que los economistas más retardatarios del FMI se niegan a aceptar: el neoliberalismo ha fallecido. La escuela neoclásica, que fundamenta al modelo, no tiene soluciones ágiles e innovadoras ante un escenario como el actual. Tampoco esto es buena noticia, aunque muchos hemos pugnado por el fin del neoliberalismo, no lo deseamos nunca bajo estas circunstancias, porque el capitalismo es salvaje y es altamente probable que el nuevo modelo lo vuelva más salvaje. Como diría el camarada Marx, el Capitalismo es la Barbarie, por lo que sigue siendo vigente que sólo la clase trabajadora puede salvar al mundo, así que ¡Proletarios de todos los países, uníos!

 

 

*Profesor-Investigador Universidad Autónoma del Estado de Quintana Roo

 

Miembro del Sistema Nacional de Investigadores

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