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Quieren poner a pelear al gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta y al presidente municipal Eduardo Rivera Pérez.
Sí, es una realidad.
Pasquineros a la orden de terceros no se cansan de tirar dardos para que el gobernador y el alcalde terminen por enemistarse, todo para tener “carnita” política para alimentar sus revistas de chismes, perdón, sus “periódicos”.
Amable lector, no sabe la cantidad de preguntas estúpidas que recibe el gobernador en sus conferencias, todas enfocadas a generar una división con el edil capitalino.
Pero sabe qué, tanto Miguel Barbosa como Lalo Rivera han mostrado altura política y si hay un desacuerdo entre ellos, lo hablan y lo solucionan, como debe ser.
Y es que tanto el mandatario como el alcalde están más allá de la politiquería barata que no solo personajes de la política manejan en Puebla, sino algunos periodistas que parecen más chismosos de lavadero.
Todos esos que esperan ver correr sangre en Casa Aguayo o en Palacio Municipal se han quedado con las ganas.
Rivera Pérez toma en cuenta las opiniones del gobernador y el mandatario agradece todo el apoyo recibido por el Ayuntamiento en algunos temas.
Ejemplo claro y que literalmente “encabronó” a todos estos chismosos de la política barata se dio en el arranque de la Feria de Puebla, pues junto al gobernador, en primera fila, estaba el presidente municipal.
Y la confirmación de esta relación cordial se dio en la mañanera de Barbosa Huerta del viernes, donde no solo agradeció, sino que invitó al edil a dar sus impresiones sobre el arranque de la Feria.
Entonces, todas esas voces hambrientas de un conflicto que no beneficia a Puebla se están quedando con las manos vacías y quedando como lo que son, unos simples chismosos de lavadero.
