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Una contingencia ambiental por la mala calidad del aire, altos niveles de ozono y condiciones meteorológicas adversas que prevalecen se mantiene el martes en la región metropolitana del Valle de México, informaron autoridades de la capital del país norteamericano.
"Se mantiene la Fase I de contingencia ambiental atmosférica por ozono en la Zona Metropolitana del Valle de México, para proteger la salud de la población ante la exposición a niveles altos de contaminación", informó a las 15:00 horas (20:00 GMT) la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAM).
La Fase I de contingencia ambiental atmosférica por ozono fue decretada la noche del lunes y ratificada el martes con el fin de proteger la salud de la población de la urbe, de más de 20 millones de habitantes, ante la exposición a niveles altos de contaminación.
La zona conurbada capitalina está localizada en un valle formado por el lago de Texcoco, disecado, y otras cuencas lacustres disminuidas, rodeadas de montañas por el sur-poniente y dos volcanes al oriente, el Popocatéptl y el Iztaccíhuatl.
La CAM informó que, las condiciones meteorológicas serán desfavorables para la dispersión de la concentración de los contaminantes, originada por altas temperaturas en la zona capitalina, enclavada a 2.250 metros sobre el nivel del mar.
"Permanece el sistema de alta presión en el Valle de México y continúa la producción de ozono, ante la presencia de alta radiación solar y temperaturas mayores a 24 grados Celsius", propias de la primavera boreal en el altiplano central del país.
Entre las medidas se duplica el programa "Hoy no circula", que saca de movilidad al 20 por ciento del parque vehicular cada día hábil de la semana, con base en los números de los registros de los automóviles.
Además, por la mala calidad del aire se indica evitar hacer ejercicio en exteriores, posponer los eventos al aire libre, actividades deportivas, culturales o espectáculos masivos.
La CAM recomienda también no fumar, especialmente en espacios cerrados.
El organismo de control ambiental evalúa en forma permanente la calidad del aire y la evolución de las condiciones meteorológicas prevalecientes, para decidir si se mantiene la Fase I, se levanta, o se avanza a la Fase 2, con mayores restricciones.
