La cumbre y Quevedo ¿Y si la cumbre desvanece el tino?

La cumbre y Quevedo ¿Y si la cumbre desvanece el tino?

La presencia de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), se proyecta en la novena Cumbre de las Américas programada para el mes de junio en Los Ángeles California. No son pocos los países que tienen roces con la OEA y su servil secretario general Luis Almagro, que podrían decidir no asistir a ese pináculo, sobre todo si no está contemplada la generalidad de los estados. Cumbres hay de todo tipo en el mundo y la ONU se da vuelo convocando a conferencias de esa dimensión y para todo tipo de asuntos. Hasta llamar a algunas con eufemismos como la que convocó en 1990 sobre los países ”menos adelantados” en tiempos en los que se recalcaba el tercer mundo. Ha habido cumbres en la ONU, hasta de viejitos. Pero las que se organizan desde 1994 en América, han tratado de colocar en la discusión, el por qué debe de haber un país conductor en el continente como se ha asumido Estados Unidos. Son las llamadas Cumbres de las Américas que se han convertido una vez más en polémica en este 2022. La declaración de AMLO de que no asistirá si no asisten los 35 países que existen en el universo americano, ha conmocionado en parte no solo la política internacional del aún llamado nuevo mundo, sino el chismorreo de siempre del sector opositor desenvainado en México. Y se puede volver la  mirada a una Celac que toma fuerza, para dirimir en conjunto desde las profundidades latinas, la conducción de su parte de América. México que pertenece a América del norte, resuelve su postura como país de habla hispana.

 

Aquella cuarta cumbre que conmocionó al continente

 

Se mencionan ocho cumbres formales y una extraordinaria que se realizó  los días 12 y 13 de enero de 2004, cuando gobernaba Vicente Fox. Pero la que causó gran impacto fue la cuarta que se realizó en Mar del Plata los días 4 y 5 de noviembre de 2005. La presidía Néstor Kirchner entonces mandatario de Argentina. Y la ebullición empezó a darse cuando el primer ministro de Canadá introdujo un tema que no estaba en la agenda: el Área del Libre Comercio Americano (ALCA). Kirchner protestó, pero se sumaron a defender el caso lógicamente  enviados del norte, varios países como el nuestro imbuido de la derecha foxiana ¿Pero qué ocurrió?, que enfrente de los reunidos se creó aquella famosa Tercera Contracumbre, entre los que estaban nada menos que Hugo Chávez, el Nobel Adolfo Pérez Esquivel, Silvio Rodríguez y entre muchos el cantante Manu Chao:

 

Perdido en el corazón

de la grande Babylón

me dicen el clandestino

yo soy el quiebra ley.

 

Mano negra clandestino,

peruano clandestino,

africano clandestino,

marihuana ilegal.

 

Cuando la Contracumbre se desarrollaba fuera, Luiz Ignacio Lula se puso de pie en la reunión formal y aprovechó para señalar todas las ofensas de Estados Unidos al resto del continente: las invasiones  de George W. Bush a Irak y a Afganistán y todo lo que se había visto desde antes de esa reunión. En medio de una gran conjura popular, la Contracumbre que dejó mal parada la postura oficial  pese al desistimiento de Canadá de su propuesta,  fue encabezada en una gran marcha por Diego Armando Maradona, el Pibe.

 

Quevedo: las vicisitudes de las cumbres y lo que puede ocurrir

 

AMLO ha dejado abierta la posibilidad de que haya una negociación en la asistencia de la próxima Cumbre y puedan asistir todos los países incluidos Venezuela, Cuba y Nicaragua, los depuestos por Joe Biden. La situación se da cuando Estados Unidos padece una caída que se niega a reconocer y quiere decidir la Cumbre desde arriba, por él solo. La profundidad  de lo que sucede en el maniobreo de una cumbre la plantea Francisco de Quevedo (1580-1645) el gran poeta, humorista y escritor español, en su soneto Parnaso español 40. Presento ocho de sus catorce versos:

 

Para si subes: si has llegado, baja.

Que ascender a rodar es desatino

más, si subiste,  logra tu camino,

pues quien desciende de la cumbre, ataja.

 

Detener de fortuna la rodaja

a pocos concedió poder divino;

y si la cumbre desvanece el tino

también tal vez, la cumbre se desgaja.