A todo esto… ¿Para qué sirve la Cumbre de las Américas?

En los últimos días se ha hablado mucho sobre la Cumbre de las Américas, evento internacional que se llevará a cabo del 6 al 10 de junio en la ciudad estadounidense de Los Ángeles, California, bajo el lema “Construyendo un Futuro Sostenible, Resiliente, y Equitativo”.

Esta cumbre es motivo de discusión debido a que se visualiza que Estados Unidos no invitará a países como Venezuela y Cuba, que tienen un gobierno socialista que ha vivido conflictos constantes con la nación del norte, lo que ha despertado molestia de parte de algunos presidentes, como Andrés Manuel López Obrador.

Pero más allá de este pleito político y de ideologías, debemos definir primero qué es y para qué sirve la Cumbre de las Américas, pues pocos conocen su función real y los avances que se han presentado en las anteriores ediciones, donde se han tocado temas que interesan a este continente.

Primero que nada, debemos señalar que la Cumbre de las Américas es la reunión de jefes de estado y gobierno de América y se presenta dentro del marco de la Organización de Estados Americanos (OEA). El objetivo es analizar y debatir sobre los problemas y desafíos que enfrenta este continente.

Los alcances de esta cumbre muchas veces se quedan en meras discusiones y buenas intenciones, pues no se dan acuerdos concretos y el ejemplo es lo sucedido en el último encuentro celebrado, donde se habló de casos de corrupción como los de Odebrecht, Lava Jato, los papeles de Panamá y Cambridge Analytica.

En el encuentro que se llevará a cabo en Los Ángeles se abordará la pandemia de COVID-19 y los problemas que dejó esta emergencia sanitaria a nivel social y económico, la crisis climática, las amenazas a la democracia y la falta de un acceso equitativo a las oportunidades, temas que chocan con los pleitos políticos que se tienen en estos instantes.

Y es que resulta un tanto ilógico que se hable este tipo de problemas en un continente que se ha dividido en las últimas semanas por las ideologías de cada líder de las naciones participantes, por lo que la cumbre podría no tener grandes avances.

Fue precisamente Estados Unidos el primer país que recibió esta cumbre en 1994, teniendo como sede la ciudad de Miami. Aunque se esperaba que esta cumbre fuera abierta para todos los jefes de estado del continente, la realidad muestra que esto no ha sucedido constantemente.

Basta recordar que en 2018 no asistieron a la cumbre de Perú los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de Cuba, Raúl Castro, además de que no fue invitado el venezolano Nicolás Maduro. Lo que llama la atención es que en este 2022 mientras se discute si invitar o no a Cuba y Venezuela, ya se habla de hacer una invitación a España.