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Han pasado ya dos años del fallecimiento del ciudadano afroamericano George Floyd, quien murió a causa de una asfixia provocada por el exagente de policía Derek Chauvin. El hecho sucedió en Mineápolis, Minnesota, cuando se detuvo a Floyd por supuestamente pagar con un billete falso. Tras la detención, fue esposado y sometido, y minutos después el oficial presionó su cuello contra el pavimento hasta provocar su muerte.
La escena de brutalidad policial fue grabada por los presentes y sería publicada en diversas redes sociales para hacerse viral. En uno de los videos compartidos se puede escuchar a George Floyd diciendo “No puedo respirar”. Sin embargo, esto no impidió que Chauvin siguiera aplastando el cuello de Floyd.
El homicidio de Floyd provocó descontento, indignación y dolor en la población, principalmente en la comunidad negra, que llevó a cabo protestas a lo largo de todo Estados Unidos en contra del racismo, reviviendo el movimiento Black Lives Matter, originado por la muerte del joven afro estadunidense Trayvon Martin.
El Black Lives Matter sigue en pie hasta la fecha a nivel internacional, buscando que se respeten las vidas de todas las personas negras, promoviendo espacios seguros para que se puedan intercambiar experiencias y trabajando para que haya igualdad y justicia para las personas negras que han sido discriminadas por años.
Pese a los esfuerzos del movimiento, la comunidad negra se sigue enfrentando a múltiples problemas, como el incremento de la violencia policial en la pandemia. El 27 de junio de 2020, en la zona del caribe fueron baleados 3 hombres negros. En las marchas contra estos asesinatos, diversos asistentes fueron golpeados y una mujer negra de 30 años fue asesinada por un policía pese a que la protesta fue pacífica.
Mientras tanto en África, la gente negra tomó las calles llevando el lema Black Lives Matter contra la brutalidad policiaca que viven en sus ciudades. En los primeros días de encierro del COVID-19, se dio a conocer que tres personas habían perdido la vida a manos de la policía, un mes después, se reportó una alta cantidad de denuncias contra los policías de seguridad, quienes usaban pistolas y gas lacrimógeno para cuidar la distancia social.
En Estados Unidos, incluso hay grupos opositores a la comunidad negra, quienes aseguran que no existe el racismo y que “Todas Las Vidas Importan”. La muerte de Floyd solo es la punta del iceberg, pues la comunidad negra sigue viviendo la violación de sus derechos humanos todos los días.
