Día Mundial de la Leche, ¿en verdad tomarla es la mejor opción?

Día Mundial de la Leche, ¿en verdad tomarla es la mejor opción?

Foto: Unsplash

La leche está en la dieta de la mayoría de las personas a nivel mundial. Debido a su importancia como alimento y los nutrimentos que aporta, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) decidió darle un día internacional el 1 de junio. A pesar de ello, y aunque la leche forma parte de la economía aportando ingresos a los países desde la industria ganadera, actualmente se ha cuestionado si realmente es un producto importante en la canasta familiar.

 

La leche puede proceder de distintos animales, siendo la de origen bovino la más común. La leche de vaca es un alimento de alto contenido nutricional; contiene proteínas, grasas, hidratos de carbono, minerales y vitaminas. Además, la lactosa representa un gran aporte energético.

 

 Otro de sus beneficios desde el punto dietético está en su principal proteína, la caseína, que contiene aminoácidos esenciales y es una fuente de calcio, fósforo y riboflavina (vitamina B12), además de contribuir significativamente a los requerimientos de las vitaminas A y B1 (tiamina), datos compartidos por Antonio Agudelo y Oswaldo Bedoya, investigadores de biotecnología pecuaria.

 

Sin embargo, también hay distintas situaciones que pueden afectar la calidad de la leche, como una inadecuada manipulación, malas prácticas de ordeña e insuficiencia de enfriamiento, lo que conlleva un crecimiento microbiano, que puede poner en riesgo a la población que la consume. En el mismo sentido, si la leche no tiene los controles de calidad necesarios, puede detonar o agravar enfermedades como la artritis o la anemia.

 

Hablando de la producción ganadera, muchas de las personas responsables de la ordeña no tratan bien a las vacas, lo que afecta a la producción de la leche y además tiene efectos negativos en el bienestar de los animales. Esta industria también provoca serias repercusiones ambientales, como el deterioro de pastizales, la contaminación de las aguas y altas emisiones de gas metano, uno de los mayores culpables del calentamiento global.

 

 Para evitar los inconvenientes y posibles efectos adversos de la leche de vaca en nuestro organismo, actualmente existen otras alternativas para el consumidor, como la leche vegetal o de almendras, que contienen menos agentes biológicos y químicos y que conllevan un menor impacto ambiental.

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