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La región autónoma del Tíbet, en el suroeste de China, continuó como una de las mejores áreas ambientales del mundo, mantenido durante 2021 la estabilidad de su biodiversidad y ecosistemas locales, según un informe publicado hoy jueves.
La calidad del agua de los principales ríos y lagos del Tíbet fue buena en general el año pasado. El agua superficial en ríos como el Yarlung Zangbo y el Lhasa fue de clase II, mientras que la del río Rongbuk, al pie del monte Qomolangma, alcanzó la clase I, de acuerdo con el informe publicado por el departamento regional de ecología y medio ambiente.
La calidad del agua superficial en China se divide en cinco, siendo la clase I la mejor.
El informe muestra que la calidad del aire en la región siguió siendo buena en 2021. En Lhasa, capital regional, el 100 por ciento de los días se reportaron buenas condiciones en este indicador, señala el documento.
Asimismo, refiere que ha continuado creciendo la población de especies raras en vida silvestre. En el caso de los antílopes tibetanos, la cifra aumentó a más de 300.000; el número de yaks salvajes superó los 20.000, y el de grullas de cuello negro superó los 10.000 ejemplares, según el informe.
El Tíbet ha obtenido logros notables en la protección y restauración ecológica en los últimos años. Al tiempo que ha fortalecido la protección de un sistema fluvial que involucra 33 grandes ríos, la región se ha venido esforzando por mejorar la función ecológica de la llamada "Torre de Agua de Asia", indicó Shui Yanping, subdirector del departamento regional de ecología y medio ambiente.
