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La agencia espacial rusa Roscosmos buscará enviar a la Estación Espacial Internacional (EEI) una nave de carga por la ruta más corta jamás lograda hasta ahora. De alcanzarlo, la hazaña supondría una reducción sustancial del tiempo de transporte orbital, después de lo cual la agencia se dispone a repetirlo en naves tripuladas.
La nave encargada de realizar el viaje será la Progress MS-21, cuyo lanzamiento está programado para el próximo 26 de octubre. Realizará su vuelo siguiendo la vía más corta posible.
"La decisión está tomada. El próximo otoño la Progress seguirá un circuito de una sola vuelta, ya se ha calculado la balística", aseguró Dmitri Rogozin, director ejecutivo de la agencia espacial rusa, en una conferencia de prensa luego de que la Progress MS-20 se acoplara a la EEI.
De ser exitoso, el vuelo arrojará resultados que permitirán reducir sustancialmente el tiempo de llegada de las naves a sus destinos orbitales, señaló Rogozin. Al día de hoy, un recorrido tradicional dura unos dos días, donde la nave realiza 34 vueltas alrededor de la Tierra. En los últimos años está tomando popularidad el circuito de cuatro vueltas, que dura unas seis horas. Varios buques de carga Progress MS y dos Soyuz tripulados han volado con el esquema de dos vueltas que dura unas tres horas.
El tiempo de viaje más rápido logrado hasta ahora ha sido el vuelo récord de 3 horas y 3 minutos de la nave espacial rusa Soyuz MS-17 que transportó a la EEI a los cosmonautas rusos Serguéi Rizhikov, Serguéi Kud-Sverchkov y a la astronauta estadounidense Kate Rubins el 14 de octubre del 2020.
Los circuitos cortos permiten a los cosmonautas volar a la EEI más rápido y, por lo tanto, más cómodos, dado el pequeño volumen de la nave espacial Soyuz. Además, los médicos descubrieron que después de 6-7 turnos (9-10.5 horas) comienzan las consecuencias negativas agudas de la ingravidez: náuseas, mareos. Reducir el tiempo de vuelo le permite cumplir con estas características del espacio en una estación grande y no en un barco pequeño.
